Memoria e historia

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21 nov 2018 / 10:49 h - Actualizado: 21 nov 2018 / 10:51 h.

La memoria rebusca en los primeros recuerdos infantiles para desempolvar la vieja telefunken, plantada en aquel salón solado con baldosas rojas y pequeños azulejos de cerámica trianera. La imagen reaparece entre brumas pero sí pone en pie la zozobra de los mayores. El niño ni siquiera sabía qué estaba pasando en aquella pantalla entonada en blanco y negro. A la gravedad de los uniformes se unían las vistas cenitales de una cruz y un inmenso valle en el otoño gélido de la sierra de Guadarrama. Esa es la imagen que ha quedado grabada a fuego en el disco duro del niño que fue, nacido cuando al viejo general le quedaban poco más de tres años de vida.

Han pasado más de cuarenta años de la muerte de aquel dictador que marcó el destino de España en la yema del siglo XX. Algunos quieren ganarle ahora esa guerra que olvidaron los que –en uno y otro lado- se metieron en las trincheras sin saber muy bien porqué tiraban o soportaron el miedo, el hambre y el exilio. Casi todos han muerto ya pero dieron una suprema lección de altitud de miras y generosidad en ese pacto de concordia materializado en la constitución del 78 y en un rey que prometió serlo de todos los españoles.

La irresponsable e insolvente clase política española –estamos en manos de los peores- pretende volar por los aires esos años de paz y prosperidad condenando, de paso, a los actores que lo hicieron posible. Se reinventa la historia, se pisotea la verdad y hasta se desprecia la inteligencia. Sólo vale el color. Estás conmigo o con ellos. Qué pena...