Miguel Frigenti cree que lo del Maestro Joao es ciencia exacta

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12 dic 2022 / 17:57 h - Actualizado: 12 dic 2022 / 18:02 h.
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  • Miguel Frigenti cree que lo del Maestro Joao es ciencia exacta

Miguel Frigenti es colaborador de algún programa de casquería sentimental. Se dedica a decir barbaridades y es de los que está convencido de estar generando contenidos jugosos cuanto más terrible es lo que dice. La crueldad de este mamarracho es infinita y su estupidez es tan poderosa como su capacidad para buscar trabajo destrozando reputaciones, matrimonios o lo que tenga delante. Un indeseable.

Miguel Frigenti, ahora, cuestiona el trabajo que realiza la esposa del guardia civil infiel, sí, el que ha tenido un asunto con Alba Carrillo y ha salido malparado. Jorge no sé qué. Dice el periodista Frigenti (una vergüenza para la profesión) que lo que hace esa señora le pone los pelos de punta por lo peligroso que es. Parece ser que esta mujer intenta entusiasmar al personal vendiendo la positividad como algo esencial en la vida de las personas. Es decir, hace lo que cientos de personas hacen a diario, algo que muchos reciben con gran alegría y alborozo. ¿Son una parida esas cosas? Pues no lo sé, pero es tan lícito como cualquier otro trabajo y, desde luego, mucho más que lo que hace el mamarracho Frigenti, capaz de vestir transparencias para acudir a la puerta de la finca en la que se celebra una boda con intención de reventarla y cosas parecidas. Eso sí que parece peligroso.

Miguel Frigenti es colega, buen colega dicen en los mentideros, del Maestro Joao. Este es un sujeto que lee el futuro en el culo de las personas o se inventa ese mismo futuro con lo que tenga a mano. Un listo de cuidado. Pero al mamarracho de Frigenti no le causa miedo alguno lo que hace su amiguito. Por lo que se ve, lo del adivino es ciencia pura y lo que hace la mujer del guardia civil es engañar al personal y colocar a las personas al borde del precipicio. Resulta repugnante cómo se cubren las espaldas entre los mediocres.

Vemos a diario en la pantalla de televisión cosas patéticas y bochornosas. Periodistas de tercera con un micrófono a la hora punta de las audiencias, periodistas que no lo son a la misma hora diciendo sandeces a espuertas, personajes casposos que no tienen hueco en el mundo del famoseo desde hace años y se acuestan entre ellos para conseguir un minutillo (o se pelean, o se muerden o fingen tener accidentes...), tenemos todo tipo de gentes que nos pueden influir. Y si el espectador no tiene un criterio sólido, malo. Y uno de ellos es Miguel Frigenti, un peligro para los que miran el televisor y creen lo que dicen los que tienen oportunidad de aparecer en pantalla. ¿Es esto lógico o hemos perdido la cordura?