O todo o nada: el Rey ante el indulto de los políticos catalanes

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31 may 2021 / 17:46 h - Actualizado: 31 may 2021 / 18:41 h.
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  • El Rey Felipe VI con Pedro Sánchez y el ministro Grande Marlaska al fondo. / Fotografía: EFE
    El Rey Felipe VI con Pedro Sánchez y el ministro Grande Marlaska al fondo. / Fotografía: EFE

Espero que el Rey de España tenga claro que indultar a los políticos catalanes sediciosos que están en prisión es un disparate para la inmensa mayoría de los españoles, una frontera que separa el Estado de derecho de una república bananera en manos de un presidente en busca de una gloria que está reservada para los grandes estadistas (Sánchez no lo es ni de lejos; comparar a este hombre con Winston Churchill, Nelson Mandela o Gandhi resultaría un insulto a su memoria y a la inteligencia de todos). Por más que utilice palabras grandes y preciosas no conseguirá jamás parecer lo que no es. Se queda en lo cursi y grandilocuente. Solo eso.

Espero que Felipe VI sepa que firmar un decreto de indulto de estas características será un desastre para su figura. Le están preparando una trampa de la que tiene que saber escapar. Podría ser la puntilla a la Corona. En los tiempos que corren no son pocos los que intentan socavar una institución que ha ido sumando problemas y no puede seguir haciéndolo de ninguna de las maneras.

Sea como sea, se hace imprescindible saber de lo que hablamos y de lo que supone la firma de esos indultos porque Pedro Sánchez; al querer abrir las puertas de la cárcel en la que se encuentran Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn, Dolors Bassa, Carme Forcadell y los conocidos como ‘los Jordis’; arremete contra lo que la Constitución española dice en su Título II dedicado a la Corona. Tengo la sensación de que muchos de los que se dedican a comentar estos asuntos en televisión, en la radio o en la tasca, no han leído la Constitución jamás en su vida. Y eso ya es un problema en sí mismo. Pueden leer aquí y nos llevará demasiado tiempo; en unos minutos lo tendrá acabado.

Tendrá que inventarse algo el Rey de España para justificar la firma de semejante decreto si es que lo llega a rubricar, un desatino que abre las puertas de par en par para que, en el futuro, se cometan estos delitos sin que pase nada de nada si se dan las mismas circunstancias. ¿Qué pasaría si esto lo hacen los vascos, los gallegos o los que ahora están en la cárcel y repiten la jugada? ¿Qué pasaría si Isabel Natividad Díaz Ayuso declara la Comunidad Autónoma de Madrid territorio independiente en forma de república?

Es necesario tener en cuenta que Felipe VI ya expresó su postura contraria y radical contra el movimiento separatista catalán. Lo hizo en su discurso del día 3 de octubre del año 2017. Los independentistas y separatistas catalanes (son la misma cosa) criticaron lo que dijo el Rey porque dejaba claro que la unidad de España era intocable y que esos movimientos sediciosos tendrían un final desastroso para ellos y no para España. Y después de aquel discurso, que gustó y tranquilizó a la inmensa mayoría de los españoles, el Rey de España debe mantenerse firme.

Pedro Sánchez parece vivir en una realidad paralela en la que solo el marketing político, los discursos vacíos construidos sobre palabras enormes (como concordia, libertad o democracia) aunque irrelevantes por completo y la idea de un mundo que no existe nada más que en los consejos de sus asesores y en su propia cabeza, son lo importante. Y Pedro Sánchez perdido en ese universo hecho a su medida no sabe que el Rey de España es Felipe VI y él es el rey desnudo. Resulta penoso comprobar que España está gobernada por un hombre pagado de sí mismo que coloca sus propios intereses por encima de cualquier otra cosa y que es capaz de secuestrar la figura del monarca para que sea la suya la que aparezca como esencial cuando es raquítica e insustancial.

Dicho todo esto, no puedo dejar de añadir algo que considero de enorme importancia. Hoy en redes sociales se discute si los votantes socialistas sabían o no que Pedro Sánchez gobernaría con Podemos o que indultaría a los políticos catalanes que siguen encerrados. Eso es falso. Radicalmente falso. Es más, Pedro Sánchez defendió todo lo contrario. En el debate electoral del 5 de noviembre de 2019 rechazó los indultos, prometió hacer lo necesario para que Puigdemont pasara por una prisión española, habló de acabar con la manipulación grosera de TV3 y de la recuperación del delito de referéndum ilegal que se había cargado Zapatero, y negó que fuera a pactar con Podemos o con los independentistas catalanes y vascos. Por tanto, los que votaron al PSOE lo hicieron engañados. Este es un debate que la hemeroteca puede zanjar en minuto y medio.

Pedro Sánchez mintió con descaro a los votantes. Él dice, ahora, que tiene derecho a rectificar y lo adorna de este modo. Pero lo cierto es que mintió sin pudor alguno.

Espero que el Rey de España tenga claro que firmar ese indulto será demoledor para él y para España. Él es el Rey de España y Pedro Sánchez es el rey desnudo. No puede ser que se cambien los papeles porque sería el fin.