Opiniones, sugerencias y órdenes

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14 abr 2019 / 08:02 h - Actualizado: 13 abr 2019 / 19:56 h.
  • Opiniones, sugerencias y órdenes

"Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no un verdad", ésta era la opinión de Marco Aurelio. Y no le faltaba razón al emperador romano, porque ninguno de nosotros tiene toda la verdad entre sus manos, lo que atesora realmente es la perspectiva que le da su mente sobre una situación o una idea, es decir, que si las opiniones tienen un atributo es que son numerosas (hay tantas como personas); si bien es cierto que unas están más fundamentadas que otras pero todas comparten un punto común: la atmósfera de libertad que les permite expandir sus alas.

¿Parecidos razonables?

Igual te puede parecer que las opiniones, sugerencias y órdenes son similares, podrían llegar a pasar por primas hermanas, pero lo cierto es que cada una tiene su propia identidad.

La opinión expresa el sentir de su emisor pero no pretende influir en el receptor, simplemente es el vehículo de expresión de un pensamiento y de un sentir que invita a la reflexión.

Por otra lado tenemos las sugerencias, ellas son más "insinuaciones", invitadas no esperadas pero, si no son recibidas, habitualmente suelen marcharse sin hacer mucho ruido. Al contrario que la opinión, la sugerencia sí que nace con pretensión de influencia, buscan (unas veces disimuladamente y otras no tanto), generar un cambio en la persona a la que va dirigida la sugerencia.

Por último, tenemos a las órdenes, ellas son invitadas que exigen ser recibidas, no les importa mucho si tú tenías otros planes... No pretenden conseguir cierta influencia sino que lo que reclaman es obediencia.

¡Cuidado con el O-S-O!

Ahora que tenemos identificados quién es quién, hay que hacer una útil advertencia: ¡cuidado con el O-S-O! (Opiniones - Sugerencias - Órdenes). Porque hay Opiniones que empiezan como ositos de peluche y, para cuando te quieres dar cuenta, se han transformado en un tremendo oso pardo que ruge con toda la fuerza de la naturaleza (y no se molestan en disfrazarse de sugerencia... Únicamente, para rebajar el nivel de crudeza, añaden a su mandato la coletilla "¡si es por tu bien!" y así se supone que queda todo solucionado...).

Últimamente he visto muchos O-S-Os... De hecho, ¿a veces, no te da la sensación de estar en un zoológico? y como se te ocurra llevarle la contraria al O-S-O, a esa Opinión que se ha transformado en Orden, ¡pobre de ti! porque ahí el O-S-O muestra su verdadera naturaleza, se acaba el disimulo de "¡si es por ti!" y te intentan engullir.

¡A por el tarro de MIEL!

Afortunadamente, hay una forma sana de parar al O-S-O y es tomando rápidamente el tarro de MIEL, es decir, MIs ELecciones. El O-S-O se amansa cuando se topa con la firmeza de un criterio que le dice: "Por aquí, ¡no avanzas!, estás en mi casa y serás bienvenido siempre que respetes los principios establecidos". Recuerda que una cosa es ser prudente y otra, muy distinta, es permitir que la fiera te haga sentir impotente...

Probablemente te habrás topado en tu vida con más de un O-S-O, sabes de lo que te hablo... Ese O-S-O puede adoptar la forma de un compañero de trabajo, una pareja, un familiar... Cualquiera que sea el caso, no te dejes intimidar, hecha mano de tu tarro de MIEL (MIs ELecciones) y al O-S-O... ¡que le den!