Pandemia, Rubens y Las Tres Gracias

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24 may 2020 / 09:56 h - Actualizado: 24 may 2020 / 10:18 h.
"Tribuna"
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Peter Paul Rubens (Siegen 1577, Alemania), (Amberes, Flandes, Bélgica, 1640).

Vivió en momentos de grandes conflictos históricos, religiosos y sanitarios. (Entre ellos, la guerra de los treinta años). Su padre sufrió cárcel. Algunos de sus hermanos murieron siendo muy jóvenes. Su primera mujer, Isabella Brant (falleció de peste).

Rubens, perdió a su esposa pero también a su modelo. La tristeza lo llenaba. De este matrimonio habían nacido tres hijos, Clara Serena, Albert y Nicolas. Rubens pintó a los tres en más de una ocasión. Clara Serena, murió a los doce años como consecuencia de la peste que asoló Amberes hacia 1620.

Hacia 1623 pinta San Roque como patrón de la peste. Óleo sobre tabla. El santo es custodiado por la figura de Jesucristo que le señala a un pergamino, sostenido por un ángel, en donde se puede advertir la leyenda “ERIS IN PESTE PATRONUS” (eres el patrón de la peste);

Los Desastres de la Guerra está datado sobre 1637.

Para conocer la explicación de quiénes son todos los personajes del cuadro podemos remitirnos a una fuente fiable propia, la carta que escribió Rubens a su amigo Justus Sustermann (residente en Florencia). En ella, explica con detalle:

“La figura principal es Marte, que acaba de abrir la puerta del templo de Jano (que era costumbre dejar cerrada en tiempos de paz) ....están los monstruos que representan la Peste y el Hambre, compañeros inseparables de la guerra; yace en el suelo una mujer con un laúd roto, que representa la Armonía, incompatible con las discordancias de la guerra; hay también una madre con su hijito en brazos, que denota la fecundidad, generación y caridad pisoteadas por la guerra, que todo lo corrompe y lo destruye.”...

Cuatro años después de la muerte de su primera mujer, contrajo matrimonio con Hélène Fourment, siendo sobrina política suya.​ La pareja se llevaba treinta y siete años de diferencia, puesto que ella tenía dieciséis y él ya cincuenta y tres. Tuvo con ella cinco hijos, Clara Johanna (1632), Frans (1633), Isabella Hélène (1635), Peter Paul (1637) y Constancia Albertina, La bella joven, se decía, la más hermosa de su país, fue su principal fuente de inspiración los últimos años de su vida, ya que, además de ejecutar varios retratos de ella, se basó en sus rasgos para realizar las voluptuosas figuras femeninas que aparecen en muchas de sus obras de este periodo, de tema mitológico, como La fiesta de Venus, Las tres Gracias o El juicio de Paris.

Las tres Gracias, pintura en tabla, no fueron un encargo, sino un trabajo personal, por lo que nos indica en mayor medida al estado de ánimo del pintor tras su segundo matrimonio. Los rasgos de la diosa de la izquierda se han identificado con una idealización de su propia esposa, resaltando aún más la vinculación personal con dicha obra.

Las tres gracias destacan por la ampulosidad de sus contornos. Rubens era un verdadero maestro en representar las carnes, que parecen vivas y rebosantes. Están rodeadas de una naturaleza igual de exuberante poblada de numerosos elementos simbólicos vinculados al amor, la fecundidad y el deseo.

Un tema primaveral y sensual. Rosas .Afecto y Venus.

“Tú lo has dicho: no hay mal que cien años dure, y cuando se tocan de cerca los grandes inconvenientes de vivir lejos de la ley, no hay más remedio que volver a ella. Ahora te parece imposible; pero volverás” (Benito Pérez Galdós, Fortunata y Jacinta)...ni cuerpo que lo resista.