Pedro Ruiz-Berdejo: su última Feria

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07 may 2022 / 12:02 h - Actualizado: 07 may 2022 / 12:04 h.
  • El exvicepresidente de la Fundación Blas Infante Pedro Ruiz-Berdejo, en una foto de archivo.
    El exvicepresidente de la Fundación Blas Infante Pedro Ruiz-Berdejo, en una foto de archivo.

Perdido en la bulla. Abrumado en el noticiario de las mil cincuenta casetas, ciertos medios de comunicación han omitido su falta. En este mundo no se puede ser discreto, quien lo es corre el riesgo de ser ignorado en su último viaje. Después de haber creado ciento seis asociaciones, entre otras alguna tan importante como la Fundación Blas Infante de la que fue vicepresidente desde su creación hasta su fallecimiento, o tan activas como el Ateneo Popular, que sus sucesores no han sabido mantener, o la Asociación Pro Defensa de la Copla Andaluza, Pedro Ruiz-Berdejo nos ha dejado, con la discreción que siempre le ha caracterizado. Si hubiera sido un tertuliano de los programas corraleros de alguna cadena de TV, seguro estaría en todos los informativos. Pero en vida se dedicó a trabajar, a crear para despertar conciencias, para defender ideas plausibles capaces de hacer mejor un mundo en declive, pero eso no es lo que el declive quiere, lo que persigue una sociedad rota y satisfecha por su rotura.

Habría sido íntimo de Blas Infante si no hubiera sido un niño cuando asesinaron al Padre de la Patria Andaluza, pero siempre fue abogado de la familia a la que estaba unido por lazos de amistad entrañable. Le venía de familia. Amigo de sus amigos hoy sus amigos tenemos motivos para llorar su falta y pedir para él el homenaje que las autoridades negaron a su amigo/nuestro amigo José Luis Ortiz de Lanzagorta a quienes el olvidadizo oficialismo ha condenado al olvido. Hay muchos olvidados en esta tierra de la memoria masacrada y la ignorancia voluntaria, porque la ignorancia, fomentada y casi santificada por el poder, podría ser más rentable que la percepción limpia y clara de la realidad. Cuanto menos percepción, cuanto menos comprensión, cuanto menos conciencia, más libertad tendrán los políticos para decidir sin pensar en sus electores, forzados estos a centrarse en unas campañas limitadas a la conveniencia de los electos y a su demagogia logorreica.

Hoy Andalucía entera debería lamentar la pérdida de Pedro Ruiz-Berdejo, abanderado del andalucismo y enamorado de Andalucía, el que a sus nueve años consiguió avivar el convencer a Pètain para que devolviera, al menos, uno de los cien cuadros robados por el mariscal napoleónico del Museo de Bellas Artes de Sevilla. El que en lo cultural, en lo económico, en lo histórico y en lo futurista, siempre estuvo presto para la defensa de los intereses de Andalucía teniendo siempre presente que Andalucía existe para sí, para Iberia y para la Humanidad. Porque el andalucismo es un humanismo, quizá el primer nacionalismo humanista, quizá hasta ahora uno de los escasos nacionalismos humanistas, más que humanista, humano, si no el único.

Así fue toda su vida: humano. Accesible, compañero, maestro y aprendiz porque no crece quien no aprende durante toda su vida. Aljibe capaz de recoger cuanto de bueno podían existir en derredor, cuanto podían tener sus amistades porque él aprendió pronto la conveniencia de aprender y practicar y lo llevó por bandera durante toda su vida. A pesar de ciertas tachaduras otorgadas gratuitamente por los enemigos de sus principios éticos, de conciencia, andaluces, universales.

Nos ha dejado un gran amigo. Esperemos que el poder no sea tan cicatero con él como lo fue con su otro gran amigo, y no lo olvide como olvidó a José Luis Ortiz de Lanzagorta, el descubridor, junto a Pedro, de la figura de Blas Infante, su primer biógrafo.

Obligado es terminar este artículo, como hacía Pedro, con un alto y vibrante ¡Viva Andalucía Libre! La que él soñaba: una Andalucía libre para sí misma, pero al mismo tiempo también por todos los pueblos de la Humanidad. Porque lejos de la dependencia a que ciertos sectores desean llegar a la humanidad entera, el andalucismo ve un mundo de pueblos libres, todos unidos en el ideal común de una libertad que alcance a todos.

Amigo Pedro Ruiz-Berdejo Gutiérrez: Descansa en Paz.