Menú
La Tostá

Pedro Sánchez y Santiago Abascal

Image
Manuel Bohórquez @BohorquezCas
29 oct 2019 / 07:59 h - Actualizado: 29 oct 2019 / 09:31 h.
"La Tostá"
  • Foto: EFE
    Foto: EFE

TAGS:

Si las encuestas atinan, Pedro Sánchez no va a obtener una victoria tan clara como parecía hace algunas semanas, a pesar de la descarada utilización electoral de la exhumación de Franco. Sigue subiendo Pablo Casado, y si hace una campaña inteligente, que parece que será así porque no es muy torpe el muchacho, le puede doler la cabeza al presidente en funciones porque también sube bastante Santiago Abascal, algo que le interesaba a Sánchez para mermar a Casado. Le interesaba para sus intereses y ahora puede ser un problema si al final Vox se convierte en tercera fuerza política, como apuntan algunas encuestas y estamos viendo en el día a día de esta formación, llenando recintos grandes y con una presencia de Abascal en los medios que no tuvo en las anteriores elecciones.

Un partido de ultraderecha que apenas contaba, ahora puede llegar a tener entre cuarenta y cincuenta diputados y formar parte del nuevo Gobierno de España. Así que sigan hablando del franquismo y el 10 de noviembre se puede ver un ejemplar. Y Sánchez sigue a la gresca con Pablo Iglesias, con el que no va a tener más remedio que entenderse al final si no quiere que gobierne la derecha, y es muy probable que vuelva al poder. ¿Por qué baja en las encuestas el candidato socialista? Al margen de lo de la exhumación de Franco y su actitud con lo de Cataluña -demasiado pasiva, según muchos ciudadanos-, está el hecho de que se pudiera haber equivocado convocando elecciones de nuevo cuando tuvo la posibilidad de formar un gobierno con Unidas Podemos. Además, votantes del Partido Socialista se huelen que Sánchez pueda estar pensando en buscar apoyos en el PP y Ciudadanos si no saca un buen resultado, para evitar gobernar con los apoyos de Unidas podemos y los nacionalistas catalanes.

Puede que Sánchez esté pensando en no tener que afrontar solo el problema de Cataluña, que no es un problema menor porque las cosas están cada día más feas y parece que pueden empeorar. Por tanto, cobra fuerza la teoría del posible entendimiento, puede que ya pactado, entre los grandes partidos constitucionalistas. ¿Esto es malo o es bueno? Para Sánchez es malo, porque pudo formar un gobierno progresista, de izquierdas, y no fue capaz. Si ahora acaba pactando con la derecha, será un problema para él. Para el país puede ser bueno, en cambio, porque ante lo del independentismo, más salvaje que nunca, y la posible crisis económica que se avecina, según los grandes economistas, solo un gobierno fuerte y con garantías podría evitarnos problemas muy serios.