Pepita Tudó (El novelón de la gaditana maja desnuda)

Image
26 may 2020 / 07:34 h - Actualizado: 26 may 2020 / 07:36 h.
  • Pepita Tudó (El novelón de la gaditana maja desnuda)

Josefa Petra Francisca de Paula de Tudó y Catalán, Alemany y Luesia (Cádiz, 1779-Madrid, 1869), conocida como Pepita o Josefina Tudó, fue Princesa de Bassano, como esposa de Manuel Godoy, y I Condesa de Castillo Fiel y I Vizcondesa de Rocafuerte, por nombramiento de Carlos IV.

La esposa de Carlos IV, María Luisa concertó en 1797 el matrimonio de Godoy(su válido) con María Teresa de Vallabriga, hija del ya fallecido infante don Luis, hermano de Carlos III. Reconocía a la joven desposada como condesa de Chinchón.

La boda con Manuel Godoy se celebró en el monasterio de El Escorial en 1797. El matrimonio se llevaba, regular, nada más.

El motivo principal de la discordia entre María Teresa y Godoy era la relación de este con Pepita Tudó.

A instancias del propio Godoy, Carlos IV otorgó a la amante del valido los títulos de condesa de Castillo Fiel y vizcondesa de Rocafuerte. ¡Qué fuerte ¡

A pesar del matrimonio con María Teresa de Vallabriga, Manuel Godoy continuó con la relación que mantenía con Pepita Tudó, con quien tuvo varios hijos.

Poco después, a la muerte en París de la condesa de Chinchón, se convirtió en la esposa de Godoy. La separación del matrimonio llegó en 1830.

Gaspar Melchor de Jovellanos, con ocasión de la comida que le ofrece Godoy en el palacio de Grimaldi por haber sido nombrado ministro de Gracia y Justicia, anota la impresión que le supuso ver sentadas a la mesa a las dos mujeres,(a las sevillanas maneras) a la esposa y a la amante, una a cada lado del primer ministro:

“A su lado derecho, la princesa; a su izquierdo, Pepita Tudó. Este espectáculo acaba en mi desconcierto. Mi alma no pudo sufrirlo. Ni comí, ni hablé, ni pude sosegar mi espíritu. Hui de allí.”

Josefa Tudó falleció en su vivienda de la madrileña calle Fuencarral n. º 22, 1869, con más de 90 años de edad, víctima de las quemaduras producidas por un brasero que prendió su ropa por accidente. Fue sepultada en el Cementerio de San Isidro, LA EXCMA.SRA DA JOSEFA TUDO Y CÁTÁLÁN.CONDESA DE CASTILLO-FIEL. PRINCESA VIUDA DE LA PAZ Y DE BASSANO.DUQUESA VIUDA DE LA ALCUDIA, ANTIGUA DAMA DE LA REINA Y DE LA ORDEN DE MÁRIÁ LUISA.FÁLLECIÏ EL DÉÁ 7 DE SÅÔIÅÌÂRÅ DE 1869 A LOS 92 AÑOS DE EDAD.R. I. P.

Javier Goya, hijo del artista, aludía a "las Venus que pintó para el Príncipe de la Paz (Godoy). El cuadro formaba parte del gabinete reservado de Godoy en compañía de la famosa Venus del espejo de Velázquez y de otras dos atribuidas a Tiziano. El francés Frédéric Quilliet, redactó el inventario de la colección de Godoy, describiéndolas como "Gitanas". Más tarde La maja vestida se cita como "una mujer vestida de maja", denominación que se generalizó a partir de entonces y que también figura en la reclamación que, a fines de ese mismo año, el Tribunal de la Inquisición hizo de ambas pinturas por considerarlas "oscenas:" "representa una mujer desnuda sobre una cama [...] es su autor Don Francisco Goya; “. En el siglo XIX se fue abriendo paso, junto a la leyenda de los amores de Goya con la duquesa de Alba, que la modelo era retrato de esta última.

La polémica llegó a tal extremo que en 1945 el duque de Alba mandó exhumar (por segunda vez, la primera fue en 1842) los restos de su antepasada con el fin de demostrar que sus huesos no correspondían a la anatomía de la maja desnuda. Una de las piernas aparecía cortada por una sierra.

Pedro de Madrazo pareció identificarla, con Pepita Tudó, quien era la amante de Godoy en los años en que La maja desnuda fue pintada. (“No faltó quien golosmeando en el vedado archivo de la crónica escandalosa de aquellos tiempos, averiguase que esta graciosa muchacha era la amiga de cierto sugeto que, por el carácter de que se hallaba revestido, debió abstenerse de semejantes calaveradas”)

Los críticos hoy sugieren que “las majas” tienen un gran parecido con un cuadro que pintó Vicente López de la condesa de Castillofiel, Pepita Tudó, y en la miniatura sobre ella, que posee actualmente el Museo Lázaro Galdiano.

Goya dispuso a La maja desnuda mirando al espectador con leve, pícara, sugestiva y sensual sonrisa.

In sæcula sæculorum, et gloria animarum.