Los medios y los días

Psicología animal

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02 abr 2019 / 08:19 h - Actualizado: 02 abr 2019 / 08:23 h.
"Los medios y los días"
  • Psicología animal

Con que un multazo en Sevilla por maltrato psicológico a los animales... ¿Y cuál es la psicología animal? ¿Para cuándo un multazo a quienes cubren sus necesidades y carencias psicológicas estimulando a las autoridades a que impongan multas a sus semejantes por maltratar psicológicamente a los animales? ¿Para cuándo una multa a los políticos que para darse de modernos y agarrar votos se suman a los que creen conocer la psicología de los animales?

Primero les da pena de matar cotorras aunque puedan atentar contra las especies locales y las personas y ahora multas por maltrato psicológico. Pronto veremos la teoría psicoanalítica aplicada a los animales no racionales y se impondrán multas por haber provocado un trauma en el subconsciente de un perro al no haberle dado esa alimentación para perros que, ¡oh!, sorpresa, los perros no quieren porque les gusta más lo que comemos los humanos. ¿Qué clase de gente fabrica alimentos para perros y gatos cuando los perros y los gatos prefieren una sardina o un muslo de pollo antes que una lata de esa porquería? ¿A esos no se les multa?

El tema de los animalitos en casa ha desplegado una enorme industria de consumo con las más variadas estupideces para los bichos domésticos. Esos defensores de animales no me van a hacer creer que porque tengan tanto amor animalesco puedan darle más importancia al cuidado animal que quienes no nos expresamos tiernamente para con los animales ni pedimos multas contra los elementos de nuestra propia especie animal. Para empezar, no tienen un animal en casa por amor a los animales sino por amor a sí mismos, desean que un animal les aporte la compañía que ellos no pueden hallar con ellos mismos o con los demás.

El animal –salvo esos animalillos que parecen gozar de la esclavitud- debe estar en su medio, en el campo, no en un piso o en un apartamento porque eso también es maltrato. Un hombre de campo de verdad cuida mejor a un perro o a un gato que cualquiera de estos urbanitas puritanos que encierran la mascota en un piso, le dan comida basura y lo tienen que llevar atado por la calle, todo para no sentirse solos y para no aplicarse el verso de George Moustaki: “Nunca estoy solo con mi soledad”.

Los que se preocupan o fingen preocuparse tantísimo por la psicología animal deberían vigilar su propia psicología, a ver si tanto amor pro animal lo que esconde es una huída, una incapacidad y una cobardía para no dedicarse a cuidar de los animales que tienen más cerca de ellos que son sus semejantes.