Todos los meses de julio el calendario regala unos días de descanso en los que pensar y repensar lo que nos quedó por hacer en los meses de trabajo. A la orilla del mar, al borde de las piscinas, en los apacibles retiros rurales o en la rutina relajada de una Sevilla que desciende su actividad en muchos aspectos, y se hace más turística e internacional.
Ahora se van yendo de vacaciones las secciones del periódico, y las columnas de opinión van concluyendo su discurso para irse de vacaciones «de Santa Marina hasta la Pastora Divina» cuando el almanaque nos lleve al segundo domingo de septiembre.
Nos marchamos dejando a la Iglesia Diocesana floreciendo en los nuevos destinos sacerdotales y aguardando la renovación del Consejo de Hermandades y Cofradías a través de su junta superior, que convocará elecciones cuando volvamos a encontrarnos en esta Apostilla. Nos marchamos, también, con la incertidumbre del futuro de nuestro medio, que cuelga de un hilo anudado a los más de 10.000 apoyos recabados en forma de firmas. Nos marchamos esperando las salidas de todas las Vírgenes del Carmen, entre ellas la de Santa Ana, que ayer salió como anuncio de las celebraciones en honor de la Flor del Carmelo.
Así, poniendo estos puntos, seguimos. Y aunque nos callemos, hablarán las piedras de esta Sevilla nuestra, en la que siguen resonando los anuncios de eventos y celebraciones que atravesarán toda nuestra provincia y a las que los ojos de nuestros lectores y televidentes esperamos puedan asistir. En julio, casi de inmediato, las fiestas Mayores de la Cruz de Arriba y la Virgen del Rosario de Aznalcóllar, las de Santiago, Santa Ana y Santa Marta en Triana, Aznalcázar, Cañada Rosal, Villanueva del Ariscal, La Algaba o Los Molares, por hacer un breve acopio de festejos de esos que tanto me gustan y emocionan.
Agosto se abrirá con el Jubileo de la Porciúncula de Los Negritos, que están celebrando ya los gozos de la coronación canónica de la Reina de los Ángeles. Los cultos de la Patrona en la capital se entrelazarán con las fiestas a la Virgen de las Nieves en Los Palacios, Olivares o Benacazón, regalando una colina de frescura nocturna en medio de la canícula veraniega. Cantillana y tantos pueblos celebrando la Asunción en Cuerpo y Alma a los Cielos nos llevarán a los compases postreros del mes, y enlazarán con las novenas de Septiembre, cuando será Consolación de todos la patrona utrerana. Y entonces volveremos, y esperamos que ustedes puedan regresar, llenos de fuerza y revitalizados tras estas vacaciones. Por eso... punto... y seguimos