La gran empresa de supermercados de España es todo un ejemplo empresarial a seguir. Juan Roig ha sabido hacerla crecer y lo que es más importante: que se hable bien de ella y la gente quiera entrar a trabajar. Hay personas que prefieren trabajar en un Mercadona que de funcionario.
Reconozco que han sido infinidad de veces las que he bajado al Mercadona de mi barrio, uno de los primeros que montaron, para comprar suministros, pero no hay nada como una plaza.
Lo admito, soy fan de los mercados de barrio. Normalmente suelen ser más caro que una gran superficie, pero ese coste se paga en varias cosas: calidad, trato e historias.
Me encanta viajar y acercarme a estas plazas para ver una representación de la sociedad de ese lugar.
Hace unas semanas estaba por el mercado de Ayamonte. Me paré en el puesto de pescado para comprar un choco y unos langostinos que tenían muy buena pinta. A mí lado se puso un señor de unos 70 años que venía a comprar. Este hombre, pescador jubilado, me contó cómo saber cuándo las gambas están frescas.
- ¿Ves ese tono verde de las gambas? Eso significa que están fresquísimas porque nos indica que ha comido plancton recientemente. Si están algo negras también están buenas, pero nunca, nunca, las compres si están blancas o cocidas.
Yo no sé si esa explicación sobre el estado de las gambas es real, lo cierto es que compré medio kilo de esos mismos crustáceos que se llevó este caballero y todavía me relamo los bigotes. Lección de vida y marisco a buen precio. Que empate el Aldi.