Iba por Canalejas

Refranero impopular

16 abr 2015 / 19:27 h - Actualizado: 16 abr 2015 / 19:27 h.
"Iba por Canalejas"

Los refraneros suelen ser sabios pero, como toda regla, tienen sus excepciones. Una de las frases con las que no puedo estar más en desacuerdo es esa de «La muerte nos iguala a todos». Es que, encima, nos desiguala aún más. Y a las pruebas me remito. La muerte te da la importancia y la suerte que tuviste en vida. Suerte no ya económica o social, sino la puñetera suerte de nacer en un lugar mejor que otro. Con la brutal tragedia del avión de los Alpes, como último ejemplo, se han vertido ríos de tinta y horas interminables de radio y televisión. Y es justo. Hace dos días han fallecido 400 inmigrantes tratando de alcanzar las costas italianas. Y han ocupado, por desgracia, un espacio tan miserable como las vidas que les presuponemos desde nuestro mirador. Pero es que lo mismo sucedió con el Ébola, que empezó a preocuparnos cuando hubo dos casos en Europa, no cuando morían miles de personas en África. Como también hubo infinita cobertura mediática a los atentados contra Charlie Hebdo, con 11 muertos, frente a la más discreta información del atentado de la Universidad de Kenya, donde los fallecidos se multiplicaron por 13, con 147 muertos. Así que menos rollo, que la muerte impacta mucho menos cuando no te toca, cuando no la sientes cerca. Y la culpa no es solo de los medios de comunicación. Es también nuestra, por mostrarnos ajenos a tanto dolor al que asistimos de lejos, sin mover un dedo. No, la muerte no nos iguala a todos. Es falso el dicho. El verdadero refrán, el de verdad es el de «Ojos que no ven, corazón que no siente».