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Cartel de Vox para la manifestación contra el Gobierno/ EP
Supongo que el Gobierno habrá sopesado bien las consecuencias de seguir con el estado de alarma hasta julio, como quieren. Fuera del Ejecutivo hay voces que advierten de que hay que tener cuidado porque puede haber conatos de estallido social. La Guardia Civil, por ejemplo. El pueblo español está demostrando una paciencia infinita con un confinamiento que dura dos meses, aunque es verdad que ya se puede hacer una vida casi normal. Pero llega el buen tiempo, el verano, y no va a ser fácil controlar los movimientos de la población hacia las playas o la sierra. Por otra parte, está el problema económico, que aunque dijo el Gobierno que no iba a dejar a nadie en la cuneta, como pasó en la anterior crisis económica, lo cierto es que hay ya familias muy desesperadas y que esto puede reventar por algún lado.
Hace unos dos años comenté que se hablaba de que se iba a llevar a cabo un experimento para comprobar el aguante de los españoles. Ya lo estamos viendo: se declara una pandemia, el Gobierno decreta el estado de alarma, nos confina a todos y en vez de liarla salimos a los balcones a aplaudir cada noche a los sanitarios, a cantar y a bailar, como si esto fuera una romería. El Gobierno, claro, se viene arriba y pide hasta cinco prórrogas del estado de alarma, de quince días. Ahora quiere una de un mes. Con millones de personas ya en las calles, a pesar de que siguen los contagios y que en las últimas veinticuatro horas hemos registrado casi doscientos muertos.
Ayer se dio a conocer parte de los resultados de un estudio sobre la seroprevalencia, que nos dice que solo el 5% de los ciudadanos es inmune al coronavirus. O sea, que el rebrote nos puede dar la puntilla. Por tanto, lo de continuar con el estado de alarma parece que es necesario. Y también lo es poder salir a la calle a trabajar, a consumir, en definitiva a comenzar a recuperar nuestra vida. Menuda papeleta tiene el Gobierno, porque parece que la paciencia se nos está acabando. Miles de personas se manifestaron ayer en el barrio de Salamanca de Madrid y es posible que hoy se duplique la cantidad y que el efecto contagio haga que ocurra en otras ciudades españolas. Es decir, un desastre, porque hay millones de personas que no se han contagiado y el virus no ha tirado aún la toalla.
Para colmo, Vox convoca a los españoles a una manifestación en coche, que puede ser multitudinaria. ¿Se puede ser más irresponsable? Creo, sinceramente, que esto se nos va al final de las manos.