Desde la espadaña

Sevilla condenada

Sevilla se está doctorando en hacer las cosas como le venga en gana para, posteriormente, pagar suculentas indemnizaciones por su torpeza, ligereza y chulería política (de esto vamos por aquí más que sobrados)

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07 feb 2021 / 22:14 h - Actualizado: 07 feb 2021 / 22:16 h.
"Desde la espadaña"
  • Sevilla condenada

Esta ciudad en la que vivimos se ha instalado gustosamente en el despacho de la anarquía monetaria porque no hay obra ni proyecto urbanístico que no lleve a irregularidades que chafan el gusto y deforman la ética y la moral del servidor público. Estoy cansado de que esa virtud salutífera de la que presumen nuestros dirigentes políticos sevillanos se traduzca posteriormente, y de forma pavorosamente prolífica, en la Sevilla de la estupidez que en un proyecto por ejemplo como el de las Setas con un coste inicial de más de 51 millones de euros acaben en más de 138 millones (desviación del 170%). Pero a diario, el Ayuntamiento sevillano sigue siendo condenado a indemnizaciones por esa fiebre cainita de ser el más progresista y futurista de la ciudad. Y ya no sólo les hablo de los miles y miles de euros abonados por caídas en las calles y su consiguiente responsabilidad patrimonial o los 331.000 euros que hubo que pagar en el juicio de las oposiciones a Policía Local sino a la crueldad mental de todos los pagos e indemnizaciones por los múltiples planes de construcción de aparcamientos en esta ciudad como los 8 millones de euros por el aparcamiento de Bami o aquel aparcamiento subterráneo que hubo que indemnizar al propietario porque el ayuntamiento creía que el terreno era municipal. Y si quiere, cerramos este capítulo con los 7,5 millones con los que hubo que indemnizar a Resipark, adjudicataria para la construcción de aparcamientos subterráneos a lo largo de la ciudad.

En Sevilla nos hemos dedicado a una vida de arte disfrutando del jugo de la ciudad pero, sin querer caer en un sentimentalismo anacrónico, está claro que desayunar con hechos como sentencias condenatorias de 6.251 euros por contratar vigilancia privada el ayuntamiento sevillano en la huelga municipal del 2018 o los 11 millones a los trabajadores de los programas de empleo es para meterse las manos en los bolsillos y echar a andar por el mundo ¿no habrá mayor estupidez que leer al Sol de la mañana como los sevillanos debemos pagar 5,4 millones de euros por incumplir un acuerdo con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir? realmente sí pero a pesar de todo me niego a formar parte de esa legión triste de vecinos desarraigados.

Sevilla debería darse cuenta de las filtraciones que tiene nuestro presupuesto municipal a causa de las condenas judiciales y que, a la larga, no las podrá soportar. Todavía en el año 2020 hemos tenido que seguir haciendo modificaciones presupuestarias como los últimos 4 millones de euros de la astracanada de Las Setas y en ese error político de creer que la bomba no ha caído cerca y que nadie la ha escuchado, al final los escombros caen sobre nosotros cuando nos obligan a soltar otros 10 millones de euros por unos terrenos junto al aeropuerto cuya gula urbanística quiso hincarle el diente y, al final, ya ven la broma por donde nos ha salido.

En estos tiempos fatales y difíciles en que los escaparates de los comercios sevillanos se están cubriendo de papel como signo de defunción, deberíamos montar guardia a las puertas del Consistorio para intervenir en los sueños de los dirigentes municipales porque, al final, nos cuestan mucho pero que muchos millones de euros. A lo mejor este es el nuevo orden revolucionario al que nos llevan, pero es que mientras más resisten en hundidos butacones de corte aristocrático, más suena en los bolsillos de los sevillanos la alarma, un día sí y otro también, del dinero que se debe desembolsar cada semana. Puede que algunos de ustedes sobrelleven esto con buena cara, pero yo no.

Lo curioso de todo esto es que jamás se escucha al político responsable o sucesor (porque las deudas en esta ciudad pasan de padres a hijos) de estos avatares. Aquí, en Sevilla, no pasa nada y espérense que algún día no nos echen la culpa a nosotros. Y todo esto sin atravesar la finísima hoja que supone ir de lo municipal a lo autonómico donde a estas horas se está buscando (coletazos de los ERES andaluces) a varios empresarios indios a los que el gobierno socialista de Chaves dio 3,1 y 1,3 millones a fondo perdido y se tomaron en serio eso de “perdido” porque nada sabemos hasta ahora ni del dinero ni de los indios. Así que ¡sevillanos! nueva genuflexión para pedir que no nos destrocen más nuestros bolsillos y que no pequen más contra nuestra inteligencia.

Campanada de lunes

El coste del proyecto de remodelación de todo Torneo es de 6,2 millones. A estas alturas de indemnizaciones ya podríamos haberlo reformado 10 veces. Por cierto, el Ayuntamiento dijo que empezaría esta reforma a primeros del 2021 y ya vamos por el 8 de febrero.

Campanada de martes

Si los naranjos tienen siempre el mismo ciclo vital. ¿No hay ningún inspirado en este ayuntamiento que acierte a indemnizar a la lógica sobre cuándo recoger naranjas y no convertir las calles en una exprimidora de zumos?

Campanada de miércoles

¿Para cuándo se indemnizará a Sevilla con una limpieza acorde a lo que vendemos de ella en el exterior?

Campanada de jueves

El día que se analice bien por los vecinos el quehacer diario de los distritos, decidiremos cerrarlos. Se han convertido en un cementerio de elefantes tras la pérdida de la hegemonía socialista en la Junta de Andalucía.

Campanada de viernes

La idea de convertir la Magdalena en un aparcamiento Carrefour con una solería que será el icono a la cochambre desde el primer día es para indemnizar a los sevillanos de por vida por los perjuicios sufridos con el asesinato de su patrimonio.