Los medios y los días

Si no lo usas, regálalo

Image
09 feb 2021 / 04:00 h - Actualizado: 09 feb 2021 / 04:00 h.
"Bolsa","Sanidad","Wall Street","Consumo","Derechos Humanos","Los medios y los días"
  • Una plataforma de venta de artículos de segunda mano.
    Una plataforma de venta de artículos de segunda mano.

Cómo cambian las cosas. Me criaron en el mundo católico del “Si no lo usas, regálalo” y ahora el clímax de la sociedad de consumo, de la codicia, del lutero-calvinismo y del judaísmo, ha terminado por inundarlo todo de precios, no de valor, y nos martillea con el “Si no lo usas, véndelo”. No sé si éramos unos idiotas totales o si la más absoluta degradación egoísta nos va carcomiendo, lo que sé es que quienes han ganado han sido ellos, los de “el mejor indio es el indio muerto”, los de todo se compra y se vende, los del pragmatismo absoluto que arrasan con lo que haga falta con tal de que avance el afán de lucro al que hacen pasar por progreso.

Primero lograron grandes avances. Luego han empobrecido a la gente y los miserables de siempre ahí están ganando en río revuelto. Ahora están detrás del mundo digital de la venta online de todo cuanto exista, lo que te sobra, véndelo, para qué lo vas a depositar en esos recipientes caritativos donde se coloca la ropa para los pobres que ellos, los aprovechados del río revuelto, también han originado, no, nada de eso, los pobres son pobres porque no sirven para estar en este mundo libre, porque son seres inferiores y por tanto deben morir, tú no te preocupes por ellos, si tienes algo que no usas, véndelo por Internet para que nosotros ganemos dinero, a los vulnerables que les vayan dando, fíjate en nosotros, hemos logrado que una sanidad gratis y universal en EEUU sea considerada por muchos algo comunista, si serán idiotas, pero lo hemos logrado, hemos conseguido que millones de ciudadanos no tengan ni puta idea de lo que es la relación entre trabajo y capital, que no sepan nada de nada, que estén colgados de cacharros digitales todo el día, que inviertan en bolsa sus pocos ahorros, que se inserten en la porquería, tú también puedes ganar dinero, no desprecies la mínima oportunidad, “si no lo usas, véndelo”, si te estorba alguien, di que es comunista, asesino de millones de personas, preséntate como solidario y defensor de los derechos humanos para quedar como un moderno progre pero en el fondo aseméjate a nosotros, el mundo, amigo, amiga, es sólo un gran negocio.

Ha sido una jugada maestra, nosotros llegamos a América y por lo visto no hicimos otra cosa que matar indígenas y llevarnos el oro, la plata y lo que fuera menester, ellos no, ellos llegaron y todo lo que hicieron lo llevaron a cabo para sentar las bases del progreso, el de “si no lo usas, véndelo”. Nosotros cargamos con la leyenda negra y ellos lograron la gloria y encima nosotros mismos nos creemos la jugada y nos menospreciamos mientras adoptamos sus maravillosas soluciones, ya no le voy a regalar esto o aquello que no uso a una amiga, a un amigo, a una persona necesitada, no, ya no van a pasar las prendas de hermanos a hermanos, de hermanas a hermanas o primos o primas o a los niños o jóvenes del vecino de enfrente que atraviesa una mala racha, ahora voy a ir de guay solidario pero lo que no uso lo vendo y pronto veremos de forma habitual en las puertas de las casas a la gente vendiendo los muebles y enseres en general que ya no les gusten o no usen, de hecho, los niños cada vez en mayor medida “fabrican” cosas para venderlas y encima nos sentimos orgullosos porque vemos un banquero o un magnate en ciernes.

No sé si me está ya poseyendo la vejez de una forma clara y absoluta, no sé si los viejos son ellos y sus doctrinas que convierten al mundo en un mercadillo y en un zoco digital y presencial. Lo que está claro es que empiezo a sobrar en este Wall Street global y local donde si algo no se usa se vende y que los demás que se vayan a Cáritas que de algo tendrá que vivir también. Eso sí, voy a seguir dando guerra hasta que pueda y espero que si continúan por ese camino todo reviente de una puñetera vez aunque yo no esté para verlo y recrearme en la explosión.