Los medios y los días

Si no te divorcias no estás de moda

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03 oct 2022 / 04:00 h - Actualizado: 03 oct 2022 / 04:00 h.
"Los medios y los días"
  • Si no te divorcias no estás de moda

Informa la web de RTVE: los divorcios aumentaron en España hasta los 93.505 en 2021, un 2,7% más que en 2020. También crecieron un 4% los divorcios consensuados, pero bajaron las separaciones y las nulidades matrimoniales. Por comunidades autónomas, el mayor número de demandas de disolución (divorcios, separaciones y nulidades) por cada 100.000 habitantes se dio en Canarias, con 247,5; la Comunidad Valenciana, con 238,8; Islas Baleares, con 229,7; Murcia, 225,4; Andalucía, 218,8; Cantabria, 213,7, y Cataluña, 208,3. La media nacional se situó en 205,7.

No está mal, el otro día una profesora aún joven, casada y con dos hijos, me decía que se sentía como fuera de onda porque todas sus amigas se habían separado o divorciado. Hay por ahí numerosos sitios web y asociaciones donde el personal busca pareja. Todos y todas son divorciados/as o separados/as. Menuda movida. ¿Qué está pasando? De aquella época franquista en que estaba prohibido tal pecado a este desmadre de ahora que, estoy seguro, irá en aumento y que en realidad no es un desmadre, es lo normal, lo que no era normal era aquello de para toda la vida que obligaba a irse a la clandestinidad, como ahora sigue pasando a casados y divorciados con plan que van de flor en flor, sean flores masculinas o femeninas.

La vida de pareja actual no está lejos del título de aquella película: Tú a Boston y yo a California, uno por un lado y otro por otro, a causa del trabajo. Es el precio de la incorporación de la mujer al mercado y es un precio que los varones debemos aceptar o quedarnos solos. Se acabó la época del consultorio radiofónico de la Señora Francis cuando aconsejaban paciencia a la mujer y dulzura con el guerrero que llegaba a casa cansado de currar. Ahora o aceptas a tu pareja o vives solo como tanta gente lo hace que para eso está Mercadona, el super que desde hace bastantes años tiene muy en cuenta a los singles.

Los que nos hemos criado en aquel orden franquista donde los papeles estaban repartidos entre la esposa, el esposo y los hijos, acaso echemos de menos en este tiempo tormentoso aquellos días de vino y rosas, de ahí que los veamos tormentosos. La verdad, para mí no deja de ser hermoso conocer a alguien y recorrer con ese alguien toda la vida hasta que la muerte nos separara. No es ése el ambiente actual, yo creo que entre las tendencias que tenemos a imitar a los bonobos (compartimos con ellos mucho ADN) y la propaganda de ser libre y superhéroe, andamos en este orden que es el caos, donde la gente se separa y se junta o es pareja viviendo cada uno por su lado, si bien, a mi parecer, eso es una pareja a plazos, o sea, una transaccional: ni lo de antes ni lo de ahora. Y sin embargo, a mi parecer, se es pareja cuando se habita bajo el mismo techo y uno comprende que a veces el otro pueda “olvidar” pelos en el lavabo, si es que tiene.

En realidad, las separaciones, como el uso de herramientas digitales, me están diciendo que el humano es individual y un buscador eterno de novedades, el humano está siempre como Magallanes y Elcano: dando la vuelta al mundo o yendo a Marte, a ver qué encuentra, a ver si allí está eso que llama felicidad, una entelequia como otra cualquiera con la que engañan los llamados libros de autoayuda. El mundo actual es una carrera de obstáculos bien amargos, hermosos y nuevos, un eslalon, un maratón en el que caen reventados muchos y muchas y ellas no han hecho más que empezar, ya tienen enfermedades que antes eran casi siempre cosa de hombres, como el infarto, la alopecia y el cáncer de pulmón. No pasa nada y pasa mucho al mismo tiempo, es la selección natural, el precio del riesgo y de querer ser libres. El que quiere peces debe mojarse el trasero. O bien pensar mucho y bien, aguantar si es posible. Hoy cada vez se aguanta menos. Eso sí, entonces, si aguantas demasiado, si intentas comprender al otro siempre que no se pase de la raya -que cada vez es más fina- no estarás de moda. Para estar de moda hay que divorciarse, si es que la hipoteca, etc., lo permite. España se ha llenado de gente que no sabe elegir pareja.