Menú
La vida del revés

¿Siguen sin dimitir?

Image
03 jun 2020 / 08:33 h - Actualizado: 03 jun 2020 / 08:42 h.
"Opinión","La vida del revés","ERTE","Coronavirus"
  • Yolanda Díaz. / EFE
    Yolanda Díaz. / EFE

Según los trabajadores del SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) que pertenecen al Movimiento SEPE y Manuel Galdeano, coordinador nacional del sindicato CSIF en ese organismo, hay 400.000 trabajadores a los que no se les ha abonado la prestación que les corresponde por estar incluidos en un ERTE. El Ministerio de Trabajo anunció hace unos días que el 98 por ciento de las prestaciones estaban abonadas. Es decir, es muy probable que estemos ante una mentira del Gobierno de España. Ante otra más.

Según los trabajadores las prestaciones se calculan regular por el exceso de trabajo. Unas veces a favor del Estado y otras en contra. Es decir, otra maravilla. El desbarajuste de siempre. Como «el dinero no es de nadie», dinero para todos; que termina convertido en que como «el dinero no es de nadie», no hay dinero para nadie.

¿Qué tiene que ocurrir en España para que los políticos asuman que su responsabilidad es extrema y que si meten la pata de forma grave tienen que dejar su cargo? ¿Qué tiene que ocurrir para que un político -que es responsable de tener entre la espada y la pared a miles de trabajadores que siguen sin cobrar desde el mes de abril- se avergüence de su labor y lo deje inmediatamente? Es indigno que el grupo de personas que forma el Gobierno de España no asuma lo que está ocurriendo en el país y dejen sus cargos a otros que tal vez puedan hacer un buen servicio a la sociedad. Y es indigno que la oposición dedique todos sus esfuerzos a destruir sin aportar una sola idea para que salgamos de esta lo mejor que sea posible.

Por otra parte, los españoles –atrincherados a un lado u otro- defienden la gestión de los que votaron o vilipendian todo lo que hacen ‘los otros’; justifican lo que hacen unos (sea lo que sea) y condenan lo que hacen ‘los otros’ sin criterio alguno. Igual tenemos que dimitir. Sí, para ser justos, deberíamos dimitir unos cuantos.

Así no vamos a ninguna parte. Demasiadas mentiras que se convierten en ruinas personales. Una montaña de errores que se traduce en vidas perdidas. Dos Españas que impiden la vida normal en un país que está herido de gravedad. Así es imposible. Eso sí, cada uno en su despacho sin mover un músculo. Al fin y al cabo, ni se han muerto ellos, sí cobran puntualmente un buen dinero y lo de las dos Españas les va de miedo para seguir con su monserga. Todo en orden.