Susana Díaz o Juan Espadas

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06 jun 2021 / 09:34 h - Actualizado: 06 jun 2021 / 09:37 h.
  • Susana Díaz o Juan Espadas

No. No les voy hacer malgastar su tiempo en quién ganará las primarias socialistas.

Tengo la impresión de que la batalla se dirimirá en los Tribunales durante esta semana, y dependerá de hacia dónde giren el dedo sus Jueces, en torno a los incrementos de censo operados desde la Ejecutiva Federal del PSOE. Ya saben, la ley es la jaula, la justicia el pajarito dentro.

Se cumplen treinta años de la portada del disco de Nirvana, -sí recuerden-, el del bebé sumergido en el agua, buceando tras un billete, como prefacio de la tragedia que supone que se vendan treinta millones de copias de un disco y tus padres apenas reciban doscientos dólares y exhiban para siempre hasta tu pene.

Esta reflexión me evoca la foto de Korda, la del Che Guevara mirando hacia el horizonte, por dónde transcurrían los cuerpos de los cubanos que resistieron la invasión de Bahía Cochinos, sin derecho alguno para su autor, salvo oponerse a su utilización en la etiqueta de un vodka.

En estos días, Juan Espadas usa impenitentemente vaqueros y camisa azul. Ya en los primeros tiempos de la democracia, muchos de esos colores irrumpieron en el templo socialista, vía Diputaciones y de aquello que llamaban grupos sectoriales. Justo de dónde viene Juanito. No en vano, el azul es el color de las Aseguradoras y hasta de Facebook. Ya saben, whatever, wherever, whenever.

Por su parte, la lideresa socialista se ha enfundado de blanco con mensaje, que evoca la pureza y la luminosidad.

Pero me da, que lo más importante no es el color, (del rojo, por ausente, ni les hablo) sino el soporte. Susana se aleja de la verticalidad de las blusas, y retorna a las camisetas de Marinaleda, las del Sindicato Andaluz de Trabajadores, en los que languidece entre depresiones Sánchez Gordillo y hasta Cañamero parece esperar la pensión privilegiada que le aguarda como Diputado por Jaen.

Me da que ninguno de los dos aspirantes ha acertado con el tono, no en vano Susana parece haber llegado tarde al morado, (sí el que usa Rocío Carrasco, que al paso que va, le auguro futuro Premio Princesa de Asturias del feminismo...)

Las primarias del PSOE apenas interesan más que en los cenáculos del poder residual socialista y seguro que su tiempo se ha acelerado, no sea que los advenedizos de Pedro Sánchez (ignoro si tiene otro fiel más que Iván Redondo), lleguen tarde al oasis de la California borbollista del Sur, ahora de Juanma.

Como el bebé del disco de Nirvana, Andalucía ha envejecido y ya apenas abreva ni en el color azul (fue siempre más querido en Cataluña que en nuestra tierra), ni en el blanco. Ya no hay jornaleros en las agencias del INEM (por no haber, no existe ni ese Organismo); y nadie asoma a los dominios de Mario Conde en Castilblanco, ni a los latifundios subvencionados de los Alba.

Para situar a su benjamín Cayetano, Miguel Cardenal (ahora entreverado con el color morado independe de Roures) lo colocó en el Consejo Mundial de Boxeo. En esto acertó, no se me ocurre mejor lugar.

Y es que lo esencial no es la luz, sino la claridad, como decía María Zambrano.

Mientras aguardo al verde de Andalucía, -recuerden que primero fue la injusticia, luego la ley y después más injusticia-, me topo con pesadillas en forma de virus infantil, mientras constato que tal vez lo que falte sea una cámara desde los ojos de un poeta.