Taxis fluviales electricos en ríos navegables

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02 jul 2018 / 22:55 h - Actualizado: 02 jul 2018 / 23:34 h.
"Laboratorio ciudadano"

El aprovechamiento integral del Guadalquivir en Sevilla y provincia como vía de transporte fluvial es todavía una asignatura pendiente. Salvo los barcos turísticos que navegan por la dársena, poco se ha hecho para probar fórmulas de autobuses fluviales, autobuses anfibios como los que ya funcionan en varias ciudades europeas o el más reciente invento: las Sea Bubbles (Burbujas de mar), que ya se prueban en el Sena a su paso por París o en el lago de Ginebra.

Estas últimas han sido concebidas como taxis eléctricos fluviales que vuelan a 40 centímetros sobre el agua sin hacer ruído, ni olas y sin emisión alguna de gases. Tienen capacidad para cinco personas (cuatro pasajeros y el piloto), una autonomía de dos horas sin recargar las baterías y un diseño muy aerodinámico.

La empresa fabricante inició su andadura como star up en enero de 2016, su prototipo hizo sus primeros vuelos oficiales en agosto de 2017 en Ginebra y Lyon y en julio de 2018 inician la fabricación de sus primeras veinte unidades.

Diseñada para ciudades portuarias o con ríos navegables, la burbuja forma parte de un ecosistema con dos elementos más: el muelle flotante con paneles solares que sirve para recargar las lanchas y la aplicación móvil para reservar el servicio de taxi. Los promotores confían en estar operativos en su primera etapa en cincuenta ciudades y convertirse en una alternativa sostenible de movilidad urbana.

El Ayuntamiento de Sevilla, la Autoridad Portuaria, la Diputación Provincial y los municipios ribereños del Bajo Guadalquivir deberían interesarse por esta propuesta y propiciar más pronto que tarde una demostración en vivo para todos los sectores interesados: empresarios, sector del taxi, industria naval y sociedad civil.

Se trata de un proyecto que encaja perfectamente con alguna de las propuestas del Plan Estratégico de la ciudad de Sevilla y con los objetivos de la estrategia de la Diputación y los ayuntamientos que dan al Guadalquivir para aprovecharlo como recurso turístico y vía de transporte.