Te lo DE-DI-CO

Image
14 nov 2021 / 04:38 h - Actualizado: 13 nov 2021 / 11:34 h.
  • Fotograma de la película ‘Clifford the Big Red Dog. EFE/Paramount Pictures
    Fotograma de la película ‘Clifford the Big Red Dog. EFE/Paramount Pictures

¿A qué te suena eso? Parece como si te estuviera firmando un libro, ¿no? Una dedicatoria sugiere personalización, un aporte de valor adicional, el toque diferencial que te dice: «¡ey, esto es exclusivamente para ti!»; el «Te lo DE-DI-CO« es ese «extra» que se coloca delante de lo «ordinario» y crea algo especial...

Pues algo similar sucede con este singular «Te lo DE-DI-CO«, pues con él me estoy refiriendo m a una especie de «método casero» que descubrí hace poco y que tiene como resultado la mejora de la calidad de cada una de tus horas... Vamos, que cuando descubres el secreto que se esconde tras ese «Te lo DE-DI-CO«, empiezas a hacerte más rico (mental, emocional y, ¡quien sabe! quizás, hasta económicamente hablando) porque el DEscubrir, el DIsfrutar y el COmpartir ¡hacen más agradable el vivir!, aportan ese valor adicional que consigue que tu día pueda calificarse de «genial», ¡sin necesidad de ser un genio!, simplemente porque has conseguido transformar los «sueños» (ese intangible que está en nuestra cabeza) en realidad.

DEscubrir

El primer paso para empezar a escribir la original «dedicatoria» de tu propia historia es... ¡DEscubrir! para eso es necesario el combustible de la curiosidad, el tener inquietudes, el querer saber más... Los maestros del descubrimiento son los niños (¡y también los que viven más contentos!), ¿por qué será? ¡porque llenan de la genial capacidad de maravillarse cada momento! Es importante tener bien presente a tu niño interior, él te animará a «meterte en charcos«, «tirarte a la piscina», ¡hasta conseguirá que te lleves mejor con la vecina! Y es que ese niño interior, que lleva por apellido «descubridor», ¡es el original ascensor de la autoestima! Una vez que te montas... ¡eso es el rascacielos del amor propio!

DIsfrutar

La «segunda pata» del «Te lo DE-DI-CO« es la «DI« de DIsfrutar. Una vez que hemos DEscubierto algo nuevo, ahora tenemos que volver a llamar a nuestro niño interior para que «haga de las suyas» y DIsfrute a tope con el descubrimiento. Por ejemplo, Atila ha descubierto esta semana que ¡le encantan las naranjas!, no comérselas exactamente, sino usarlas como una suerte de «mini-balones»: tú se las lanzas, él va corriendo detrás y se sienta justo al lado de donde cae (de vez en cuando les pega un ocasional lametón, creo que le gusta el sabor), puede llevarse así horas, y sin embargo... ¡En su perruna mirada ves que lo está pasando bomba! Atila, que es un Pastor Alemán, ha entendido perfectamente el significado de DIsfrutar (literalmente, es extraer el jugo a la fruta...Bueno, él lo hace por partida doble: a la fruta y a su «momento naranjero»), si esto lo consigue un perro, ¡imagínate tú que no conseguirá una persona que aprenda a disfrutar de verdad! Yo estoy convencida de que la pasión es el germen de la sabiduría: es imprescindible disfrutar para que te interese aprender más y más sobre un tema.

COmpartir

Ésta es la meta de nuestro singular «Te lo DE-DI-CO« (y, yo diría, que de la vida, en general). Después de haber satisfecho nuestras inquietudes haciendo nuevos DEscubrimientos, y tras haber nutrido nuestra mente y corazón DIsfrutándolos un montón, es el momento de COmpartir con los demás para que puedan poner en marcha su propio DEscubrir - DIsfrutar y COmpartir, pues cuando te entregas a los demás, es cuando algo dentro de ti empieza a brillar...

¿Te ha gustado? ¡Te lo DE-DI-CO!