La Tostá

¿Trajes a medida en el IAF?

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
15 jun 2021 / 07:36 h - Actualizado: 15 jun 2021 / 07:40 h.
"Flamenco","La Tostá"
  • Imagen de archivo de Cristóbal Ortega. / Manuel Gómez
    Imagen de archivo de Cristóbal Ortega. / Manuel Gómez

Hace unos días denunciábamos en la Tostá que el IAF (Instituto Andaluz del Flamenco) seguía sin dirección y, casualmente, se ha convocado la plaza, con cambios en los requisitos para que, al parecer, solo pueda ganarla el exdirector de la Bienal Cristóbal Ortega, actualmente de asesor cultural en Ayuntamiento de Utrera. Es lo que se comenta en los mentideros de la cantelogía patria. ¿Traje de flamenco a medida? Tiene toda la pinta, porque se exige un máster en Gestión Cultural y de los que podrían aspirar al codiciado y bien remunerado cargo, solo lo tiene Ortega. No es nada nuevo en la Junta, porque Ricardo Pachón accedió a la dirección de dicho organismo, el IAF, del que salió trasquilado, con un presunto traje a medida. Pachón y Patricia del Pozo, la consejera de Cultura, se conocen desde que la diputada del PP era una niña porque el productor y Jaime del Pozo, padre de Patricia, eran vecinos en una urbanización de Umbrete, el pueblo aljarafeño.

Tan vecinos que compartían el mismo pozo. Cuando en la Junta pensaron en sacar a concurso la dirección del Instituto Andaluz del Flamenco, la consejera llamó a Ricardo Pachón para que fuera él, el amigo de su padre, algo que no le hizo mucha gracia a Mar Estrella, que es la que parte el bacalao en esa casa en materia de arte jondo. Preparan el traje de flamenco y el prestigioso productor accede al cargo con un sueldo cercano a los cinco mil euros mensuales. Sin embargo, enseguida empieza a ser una persona incómoda en la Junta, que se queja bastante por el hecho de no poder sacar proyectos adelante. Cuando sale a concurso la dirección del Ballet Andaluz de Flamenco, Ricardo Pachón apuesta por el bailaor jerezano Antonio el Pipa, al que se cepillan pronto porque no reunía los requisitos y porque había interés en Úrsula López. Empatan a puntos la bailarina y Antonio Canales, tres a tres, y solo podía deshacer el empate Ricardo Pachón.

Pero aprovechando el ingreso del director en un hospital sevillano, que evidentemente, descartado el Pipa, quería a Canales, llevan a cabo un chanchullo y le dan el puesto a Úrsula López. Al parecer, Pachón no se decidió a deshacer el empate y al final tuvo que ser la consejera la que decidiera el nombramiento de Úrsula, pesando bastante el hecho de que ya llevara el Ballet. Esto precipita la salida de Pachón, que harto de la situación llama a Patricia del Pozo y Mar Estrella, se reúne con ellas en un despacho, les dice que ya no podía más y acaba en la calle. Antonio Canales se mete en abogados para impugnar el nombramiento, pide copia de las actas antes de ir a la vía judicial, pero no se lo ponen fácil. Había claras irregularidades en las citadas actas, según Pachón y Canales, pero Úrsula López sigue al frente del Ballet. Pachón tiene documentos comprometedores del chanchullo, que ya no dará a conocer porque no está para problemas y lo único que le preocupa es qué hacer con su valioso archivo, que sigue queriendo colocar en alguna institución pública o privada. Y con todo en calma, ahora hay nueva convocatoria para la dirección del Instituto Andaluz del Flamenco y, por lo que se ve, con nuevas sospechas de un presunto traje a medida para Cristóbal Ortega, aunque también se habla de que pueda llegar a la dirección el funcionario Javier Rivera. ¿Y la convocatoria pública? En qué manos está el flamenco.