La Tostá

Vox y el flamenco

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
04 dic 2018 / 08:25 h - Actualizado: 04 dic 2018 / 08:27 h.
"Flamenco","La Tostá","Elecciones andaluzas 2018"

La pregunta de estos días entre los aficionados, artistas, críticos y flamencólogos es la de qué tendrá pensado hacer Vox con el flamenco en el caso de que entre en el nuevo Gobierno de la Junta. No solo el partido de Santiago Abascal, sino el Partido Popular y Ciudadanos. Lo que ha hecho el Partido Socialista en las últimas cuatro décadas ya lo sabemos, y han sido bastantes cosas, unas mejores que otras, pero su compromiso con nuestro arte más genuino no se puede discutir, sobre todo en la época de Juan Manuel Suárez Japón, el consejero de Cultura más sensible con la cosa jonda.

Abascal parece más de caballos y toros y Juan Manuel Moreno y Juan Marín no tienen mucha pinta de flamencos. El líder de Ciudadanos en Andalucía es sanluqueño, la tierra de los Mezcle, Paco el Barbero y Manolo Sanlúcar, pero eso no quiere decir nada. Y el del Partido Popular, barcelonés descendiente de andaluces malagueños, la tierra de Juan Breva, La Trini y el Canario de Álora. Pero lo que inquieta bastante es qué harían los de Vox si llegaran a gobernar en Andalucía. ¿Perseguirían a Manuel Gerena, como le pasó en la época de Franco, con Fraga como su mayor partidario? Era tan adepto del morisco que le quitaba el pasaporte para que no se fuera del país.

¿De verdad que lo que preocupa es qué haría Abascal con el flamenco? No creo que reabriera la Venta Vega o la de Antequera para que fueran los señoritos con sus amantes a comer croquetas mientras un cantaor evocara a Chacón. Ya hay flamencos que han mostrado sus simpatías por el nuevo partido. Me sorprendió hace dos días cómo un cantaor gitano pedía el voto para esta formación de ultraderecha. Joven, por cierto, con lo que se ve que sus padres no le han contado nada.

También los había partidarios de Franco cuando aún vivía el dictador y se fajaban con los cantes duros en La Granja para luego colocar en el salón de sus casas la plaquita de bronce que les daban como agradecimiento. Sinceramente, lo que menos me preocupa es qué harían con el flamenco, porque ya sabemos sobradamente que los flamencos son unos auténticos supervivientes, capaces de subsistir en dictaduras, guerras civiles, redadas antigitanistas, repúblicas y democracias.