La Tostá

Y Sevilla, sin saber qué hacer con el flamenco

Image
Manuel Bohórquez @BohorquezCas
18 nov 2022 / 09:48 h - Actualizado: 18 nov 2022 / 09:50 h.
"La Tostá"
  • Reunión de Sanz con responsables de peñas flamencas.
    Reunión de Sanz con responsables de peñas flamencas.

TAGS:

Si el que parece que puede ser el próximo alcalde de Sevilla, el popular José Luis Sanz, ha dicho que “el flamenco nace y crece en las peñas”, que es un fenómeno de hace solo unos sesenta años, ya me dirán qué podemos esperar. Me gustaría saber qué piensa hacer de verdad este señor con Sevilla y el flamenco, si es elegido por los sevillanos. Porque lo que pueda hacer el señor Muñoz, del Partido Socialista, lo sabemos de sobra: le ha dado la puntilla a la Bienal y no habla para nada de lo que esta ciudad necesita para volver a ser el centro mundial de este arte, que no lo es. Lo era hace más de siglo y medio, en la época de los cafés cantantes, aunque Sanz haya dicho que nació en las peñas flamencas, o sea, a finales de los años cincuenta del pasado siglo. El problema que tiene el flamenco en Sevilla es que sus gobernantes siguen sin saber qué hacer con él. Algunos quieren ayudar a las peñas flamencas porque hay miles de votos en ellas. Recuerdo cuando Paco Vallecillo, el primer asesor flamenco de la Junta, iba pidiendo el voto por las peñas andaluzas para el Partido Socialista, y ya ven. Politizaron estos centros culturales metiéndose en las directivas, en las federaciones provinciales y en la Confederación Andaluza, que está como está. No justificaban ni las subvenciones. Porque en realidad, el flamenco solo les interesa para tener votos y hacerse la foto. Sevilla pinta ya poco en el mundo del flamenco, se quedó sin peso y, encima, se quedó también sin grandes artistas, sobre todo del cante. Están Aurora Vargas y José el de la Tomasa, pero no les echan cuenta alguna. Podrían mirar a Huelva, por poner un ejemplo, donde no paran de salir nuevos valores. O a Málaga, donde a través de la Peña Flamenca Juan Breva están haciendo una gran labor en el campo de la investigación, con la ayuda de su Cátedra de Flamencología, de la Universidad de Málaga. Aquí, en Sevilla, las peñas tienen mentalidad de tablaos, empecinadas en la política de divertimento, y la Cátedra de Flamencología de la Universidad de Sevilla, que nunca estuvo muy viva, está totalmente muerta. Sevilla en sí está muerta flamencamente hablando, por mucho que duela. Y si el futuro alcalde dice que el flamenco nació en las peñas, cuando lleva dos siglos en los teatros, ya me dirán. Claro, donde están los votos que le pueden hacer alcalde. Que diga qué piensa hacer con la Bienal, si va a crear o no un gran centro de documentación del flamenco, si estudiará la posibilidad de que se cree una escuela municipal o si apoyará la investigación. Si votara en la capital tendría muy en cuenta quién quiere o quién no quiere al arte flamenco. Pero de verdad, no solo para hacerse la foto con los flamenquitos.