Intrusos

Ya huele a Feria

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28 abr 2022 / 04:00 h - Actualizado: 28 abr 2022 / 04:00 h.
"Intrusos","Feria de Abril 2022"
  • Ya huele a Feria

No me digan que no tienen ganas que llegue la Feria, habrá quien diga aquello de «no sé quién quiere Feria» pero, la verdad, es que hasta los menos feriantes quieren que llegue ese momento.

Y es un momento esperado por que indica que se va superando la pandemia, que la vida vuelve a recobrar su pulso normal, que las personas que llevan dos años «de secano» en la Feria volverá a coger impulso, un impulso económico importante que lleva a muchas familias obtener buenos beneficios -con mucho trabajo y sacrificio- en esta semana dorada de Sevilla. Es un momento de apertura, de turismo que llega a la ciudad y que deja dinero en muchos comercios y en la propia feria. Un impulso a los hoteles y prepara el terreno de cara a la temporada alta de verano teniendo en esa semana la puerta de acceso a todo ello.

Aparte de todo eso es un momento grande para una ciudad que la vivirá intensamente, como ha vivido la Semana Santa, en la que no me cabe ninguna duda que se volcará en ella teniendo la cabeza en la protección -eso estará luego por ver- y se protegerá con las mascarillas. No olvidemos nunca eso.

La ciudad de luz y de color, la ciudad efímera en Los Remedios, el «Campo de la Feria» ocupado de nuevo por luces, farolillos, paseo de caballos, diversión, alegría, la alegría de vivir allá donde también habrá fantasmones de esos que se les olvida la cartera y no pagan, de los que dejan la cuenta apuntada en la barra de nueve, de los gorrones y «colones» de casetas, del que tiene un Ferrari pero no lo saca por no rayarlo o tiene un caballo pero no lo lleva a Feria porque «es muy aperreado». De esos fantasmas también habrá aparte de los que yo suelo hablar en El Correo de Andalucía.

No olvidemos tratar bien a los animales, a los caballos, no olvidemos no pasarnos con las manzanillas o los rebujitos, no olvidemos que el IPC en los precios de la Feria se han disparado este año y que todo resulta un «poquito» más cara pero que, sin dudas, sabremos disfrutar y ser hospitalarios con los que visitan el Real. Es el gran momento, el momento de vivir y compartir.

Al final todos disfrutamos con las caras de los niños en «los cacharritos» -no tanto con los precios- o con las atracciones donde decimos «yo ahí no me monto» pero en las que acabamos montándonos.

No olvide entrar, la primera vez que vaya a la Feria, por el arco, es como mandan los cánones y, dicen, que da buena suerte. Espero que esta Feria sea la de la ilusión y tan brillante como las bombillas que iluminan ese arco.