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Imagen del primer A400M que fue entregado al Ejército del Aire español en diciembre de 2016. / Efe
El análisis que Airbus colocó encima de la mesa en su primera reunión con los sindicatos para abordar el ajuste laboral en las plantas españolas arroja varias conclusiones. Una de ellas, que la mayor parte del impacto recae sobre los contratos temporales, y otra que, pese a que las necesidades de reestructuración surgen del descenso de producción del A400M, son las plantas dedicadas al negocio civil las que se ven más afectadas.
Es lo que se desprende del documento que Airbus trasladó a los seis sindicatos con representación el pasado jueves y que ofrece un resumen de la carga de trabajo y capacidad de las distintas plantas y actividades que la compañía estima que necesitará en 2018. En esa tabla, a la que tuvo acceso este periódico, Airbus considera que la carga de trabajo prevista para este año requiere 58 contratos temporales –54 de taller y cuatro en ingeniería y personal de oficinas– menos en la división de Airbus Defence and Space, mientras que considera prescindibles otros 182 contratos temporales –158 en taller y 24 de ingeniería y personal de oficinas– en los negocios centrados en el ámbito civil. Así, en Getafe (Madrid) se verían afectados 92 eventuales, en Illescas (Toledo) serían 56 trabajadores y 34 corresponderían a la factoría de Puerto Real (Cádiz). En total, 182 empleos conectados con el negocio civil frente a 58 personas vinculadas al negocio militar, una circunstancia que «no cuadra» para algunos de los sindicatos representados.
Según ese documento, en la división militar este año no harían falta 47 eventuales en el CBC de El Puerto de Santa María, mientras que en San Pablo prescindirían de 23 trabajadores temporales (21 en el A400M y dos en el C295), cuatro en MRTT (tanqueros) en Getafe y once en Calidad.
Se trata de unas cifras muy alejadas del impacto laboral estimado por Airbus en España de 850 trabajadores, medio millar en las plantas sevillanas de San Pablo y Tablada, si bien es solo la estimación de necesidades para 2018 y no incluye el reajuste en 2019 y 2020, los tres ejercicios entre los que se repartirá la reestructuración.
No obstante, fuentes sindicales consultadas consideran que este documento «no tiene ni pies ni cabeza» porque no se entiende de dónde salen esos números y recoge varias «contradicciones», puesto que el mayor impacto lo soportaría el negocio civil, «a pesar de que el ajuste respondía a la bajada del A400M y el descenso en la producción del A380 no comenzará hasta 2020 (seis aviones al año)»; además, el resto de programas comerciales como el A320, A330 y A350 marchan a buen ritmo.
El documento señala además que Airbus D&S sí necesita para afrontar la carga de trabajo a 92 trabajadores de taller y 431 de oficinas e ingeniería de plantilla en 2018, mientras que Airbus Operaciones (división civil) requiere de 116 empleados de taller y 24 de ingeniería y oficinas de plantilla.