El Cautivo de Cazalla desafía a la lluvia en un nuevo Martes Santo

La corporación cazallera retrasó una hora su salida y estuvo en la calle casi tres horas. La Virgen de la Amargura volvió a procesionar en su paso de palio doce años después. El misterio del Cautivo estuvo acompañado del sayón y el sanedrita bendecidos el año pasado.

13 abr 2022 / 18:08 h - Actualizado: 13 abr 2022 / 18:12 h.
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La adversidad es algo a lo que todo cofrade está acostumbrado a luchar. Las piedras del camino no hacen sino acrecentar las murallas de la fe. Y de ese sabe, y mucho, la Junta de Gobierno de la Hermandad de Ntro. Padres Jesús Cautivo y Rescatado, y María Santísima de la Amargura de Cazalla de la Sierra. Hace seis años tomaban las riendas de una de las corporaciones con más solera de la localidad. Una hermandad que tuvo el honor de tener entre su nómina de hermanos a la mismísima Cayetana Fitz-James Stuart, XVIII Duquesa de Alba. La premura de su toma de posesión no permitió su primera salida procesional hasta un año más tarde, en 2017, cuando devolvieron a Cazalla de la Sierra y a la Sierra Morena de Sevilla su Martes Santo. Lo hicieron con la imagen de la Virgen de la Amargura en el mismo paso que el Cautivo. Y así procesionaron también los dos siguientes años. Luego llegó la pandemia y este año una nueva amenaza se cernía sobre el Martes Santo, la temida lluvia.

Amargura bajo palio

La hermandad había sido paciente, durante estos dos años de pandemia y durante la larga espera que supone ese tiempo en que todo cofrade mira con ansias el reloj. Había mucho que decir en este 2022. Al hecho mismo de recuperar la normalidad de nuestras fiestas y nuestras vidas, la Hermandad del Cautivo en Cazalla deseaba volver a otra normalidad, aquella en la que María Santísima de la Amargura salía otra vez bajo palio. La última vez que lo hizo fue en el año 2010. Hoy que, por motivos económicos o por falta de costaleros, algunas hermandades se plantean la posibilidad de sacar un único paso, esta hermandad se armaba de valor y ponía en marcha un nuevo sueño. Sin embargo, las previsiones de lluvia estaban a punto de echarlo todo a perder.

No obstante, una luz de esperanza se encendió y tras la consulta de los pertinentes partes meteorológicos se vio ese resquicio de optimismo que alimenta la fe del cofrade. Una leve mejoría podría poner en la calle al Cautivo y a la Amargura. Eso sí, había que retrasar la salida una hora. Y así se hizo. Un mensaje en redes sociales con su respectiva difusión anunciaba que la misa se mantenía a las siete de la tarde, pero que la estación de penitencia se retrasaba a las nueve de la noche.

Noche de estrenos

Y así fue. A esa hora las puertas de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Consolación se abrían para que por ellas saliera, tres años después, la imagen de Ntro. Padre Jesús Cautivo y Rescatado. Esta vez no le acompañaba María Santísima de la Amargura, sino que lo hacían un sayón y un sanedrita. Dos imágenes que en su día pertenecieron a la Hermandad de la Columna de Carmona y que fueron bendecidas el pasado año durante la celebración del Quinario en honor a Ntro. Padre Jesús Cautivo. Un magnífico misterio el que forman ahora estas tres imágenes para gozo del pueblo cazallero que ve una vez más como el trabajo incansable de esta Junta de Gobierno da los frutos que merece. Tras él los sones de una banda que también este año se estrena, la Banda de Cornetas y Tambores Ntro. Padre Jesús Nazareno de Utrera.

El desafío de la lluvia

Quedaba por ver en la calle aún el palio de María Stma. de la Amargura. Era uno de los momentos más esperados. Hacía doce años que no se veía una imagen así y, por ello, también la expectación crecía. Eran momentos únicos, irrepetibles y que merecían lucir con el máximo esplendor posible. La Virgen regresaba a su paso, no lo hacía junto a San Juan Evangelista, que hubiese sido lo deseado, pero el estado de esta última imagen no aconsejaba su salida en paso de procesión, por lo que se optó porque la Virgen procesionara sola en su paso. Eso sí, engalanada para la ocasión y luciendo nueva saya, donada por una integrante de la propia junta, y con galones, encajes y flecos de oro, portando cotilla bordada en oro y pecherín de tul bordado en hojilla de procedencia francesa y fechado en el siglo XIX. Para tan ilustre ocasión, tras ella sonó la Banda de Música de la Hermandad de la Soledad de Alcalá del Río.

Eran tantas las ganas de ver a este palio de nuevo en la calle que ni la lluvia quiso faltar. Con la imagen de la Virgen de la Amargura ya fuera de la iglesia los paraguas volvieron a abrirse. Era hora de tomar una decisión. Había que mirar al cielo y actuar con determinación. Podría acabar el sueño en un instante o cargarse de valentía y luchar por lo trabajado. Lanzado el órdago por las nubes y entendiendo de valentía más que nadie, el cortejo continuó su camino. La Junta tomó una responsabilidad hace seis años y desde entonces el camino no ha sido fácil. Han reflotado una hermandad que ya ni siquiera hacía estación de penitencia. Han pasado por una pandemia y ahora la lluvia les desafiaba. Las previsiones, sin embargo, hacían ser optimistas y por ello, por lo mucho trabajado y lo mucho que Cazalla y la Semana Santa lo merecían el cortejo siguió su camino. Lució entonces capote el cristo y la estación continuó por las calles de la localidad. Antes de que se cumplieran las tres horas de su recorrido la lluvia fue ya demasiado constante como para permanecer en la calle. Es por ello que, siguiendo distintos caminos, los dos pasos pusieron rumbo a la iglesia. Eso sí, siempre con paso firme. Siempre con fe. Siempre haciendo gala de Martes Santo en Cazalla de la Sierra.