La botica natural de la primavera

Una estación maldita para los alérgenos surte de remedios naturales a la Sierra Norte

29 may 2017 / 08:46 h - Actualizado: 29 may 2017 / 08:48 h.
"Medio ambiente","Alergia"
  • La Sierra Norte de Sevilla esconde una amplia variedad de plantas que pueden servir como remedio a distintas enfermedades. / Fotos: J.Á.F.
    La Sierra Norte de Sevilla esconde una amplia variedad de plantas que pueden servir como remedio a distintas enfermedades. / Fotos: J.Á.F.
  • La ruda es un antibiótico que antaño se daba a las mujeres tras un aborto.
    La ruda es un antibiótico que antaño se daba a las mujeres tras un aborto.
  • El diente de león puede ser útil para combatir la cirrosis o la hepatitis.
    El diente de león puede ser útil para combatir la cirrosis o la hepatitis.

La primavera es ese tiempo que unos desean y otros temen. Una estación del año que a algunos invita a estar en la calle, pero que a su vez, esa misma calle puede ocasionar malestar a otros tantos. Es evidente que para los que sufren problemas de alergias la primavera es una estación desagradable, y más si cabe, si se vive en un entorno rural. No obstante, ese entorno rural hace una compensación idónea y regala a sus habitantes una auténtica botica natural. La farmacia del campo.

Y es que son muchos los beneficios que un campo en flor ofrece. Tantos que, antiguamente, no había mejor medicina que la que daba la tierra. Hoy en día se prefiere la comodidad de los fármacos modernos, pero hubo un tiempo en que o bien no eran accesibles o bien, ni siquiera existían. De ello sabe mucho Rafael Rodríguez, un auténtico experto en lo que él denomina medicina tradicional. Desde pequeño se ha dedicado a observar, estudiar y aplicar conocimientos a las plantas que la Sierra Norte de Sevilla regala cada primavera. Conoce los beneficios de todas las plantas, y también algunas de las que hay que alimentarse.

Realizando un mapa del cuerpo humano, Rafael asegura que son varios los remedios naturales que se pueden aplicar a nuestro escudo frente al exterior, nuestra defensa última, la piel. Así por ejemplo, la malva, planta de pequeñas hojas azules, posee vitaminas A, B y C y es un magnífico ungüento para infecciones de todo tipo, al igual que ocurre con la sanguinaria. Más curioso resulta el uso de las hojas de la higuera, que en una solución con leche puede eliminar verrugas. Pueden ser más elaborados como es el caso del pericón, que debe pasar cuarenta días y cuarenta noches en tarros cerrados a la intemperie para después privarlo de luz y dejar macerar. Más sencillo en cambio resulta el cardo, que los segadores se colocaban en el sombrero y dejaban secar a la vez que se secaban sus escoceduras.

Problemas de digestión

El sistema digestivo, igualmente, es otro de los grandes beneficiados. Así, el hinojo, el té silvestre, el té moruno o el almoraú, amén de servir de condimento a las comidas, ayudan a eliminar problemas de gases, gastritis o colitis.

Las temibles enfermedades del corazón tienen también alivio en el fruto de la madre tierra, y de esta forma la retama, a pesar de su sabor amargo, fortalece las pulsaciones del corazón.

Para el sistema circulatorio también existen remedios naturales. Uno de los más antiguos es el uso de la almendra amarga. Según explica Rodríguez, ante la falta de alimentos en los tiempos de la posguerra, muchos niños sufrían lo que se conocían como pujos de sangre, una enfermedad que este tipo de almendra, mezclada con leche, contribuía a aliviar. Igualmente, el diente de león es efectivo para problemas como la cirrosis o la hepatitis, pudiendo utilizarse su hoja para la realización de dietas ya que puede ser un sustituto de la lechuga en ensaladas.

En cuanto al sistema respiratorio es muy recomendable el uso de hierbas naturales como pueden ser el poleo o los vapores provenientes de las hojas de eucalipto. Eso sí, ha de ser un eucalipto macho, de presencia más escasa que la hembra.

El sistema nervioso también tiene su hueco con la archiconocida tila, y hay espacio también para otro tipo de medicina como el que ofrece la ruda. Una planta de la que se dice que es un antibiótico natural que se daba antiguamente a las embarazadas que sufrían un aborto. Como peculiaridad, es una planta que hay que coger de noche, ya que de día puede provocar quemaduras en la piel.

Una de las grandes joyas de la Sierra Norte es la manzanilla, que se puede aplicar en colirios para los ojos así como alivio, en infusión, para los dolores de la menstruación.

Pero no todo es beneficio para el hombre. También los animales pueden hacer uso de la medicina natural que ofrece el campo. Así por ejemplo, para los quistes se aplica el pepinillo del diablo y como antiinflamatorio el asuzón.

Sin embargo, aunque muy beneficiosa, la naturaleza también encierra peligros, y así Rodríguez avisa de la peligrosidad de la adelfa, excesivamente tóxica. Una simple acción tradicional como asar carne en una vara puede resultar letal para la vida humana. De igual forma, la caña de hierro acaba de manera fulminante con las ovejas que la comen y en el hombre es aconsejable lavar las manos si llega a manipularse, y es que es muy parecida al hinojo aunque sus propiedades son totalmente distintas.