Edulcorantes artificiales: alternativas para una dieta saludable

La Organización Mundial de la Salud desaconseja el consumo de edulcorantes como la sacarina o la Stevia y previene de sus riesgos

27 may 2023 / 10:38 h - Actualizado: 27 may 2023 / 10:39 h.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido nuevas recomendaciones sobre el consumo de edulcorantes no azucarados en su reciente guía. Una de las principales conclusiones es que el uso de estas alternativas no proporciona beneficios a las personas que desean perder peso al reducir su consumo de azúcar.

Según la OMS, sustituir el azúcar con edulcorantes no azucarados no contribuye al control del peso a largo plazo, ni ayuda a disminuir el riesgo de enfermedades no transmisibles. Por lo tanto, se desaconseja su consumo y se sugiere considerar otras formas de reducir los azúcares libres, como optar por alimentos con azúcares naturales, como frutas, o elegir alimentos y bebidas no edulcoradas.

No existen diferencias significativas en cuanto al riesgo asociado al consumo de estos edulcorantes en comparación con el consumo de azúcares, según un estudio encargado por la propia OMS y en el cual se basan las recomendaciones. La reducción del consumo de azúcares en nuestra dieta es ampliamente respaldada por el consenso científico, pero es importante destacar que el problema radica en los niveles de consumo, no en el consumo en sí.

Sustituir los azúcares libres con NSS (edulcorantes no azucarados) no ayuda a controlar el peso en el largo plazo. La gente debe considerar otras formas de reducir los azúcares libres, como consumir alimentos con azúcares naturales, como fruta, o comida y bebidas no edulcoradas”, explicaba en una nota de prensa Francesco Branca, director de la OMS para Nutrición y Seguridad Alimentaria.

El motivo de reducir el consumo de estos edulcorantes no azucarados está principalmente relacionado con la salud, ya que se han identificado numerosos impactos negativos asociados a su consumo. Estudios han señalado que su consumo está vinculado a un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2. Además, el consumo excesivo de azúcar también se ha relacionado con un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer, depresión, problemas hepáticos, acné y envejecimiento celular.

¿Qué son los edulcorantes artificiales?

Los edulcorantes artificiales son sustancias sintéticas diseñadas para proporcionar un sabor dulce a los alimentos y bebidas sin aportar calorías significativas. Estos sustitutos del azúcar se utilizan comúnmente en productos dietéticos, bebidas bajas en calorías y alimentos etiquetados como «sin azúcar».

Principales edulcorantes artificiales y sus riesgos

Es importante considerar opciones más saludables, como el consumo de alimentos con azúcares naturales y evitar los alimentos y bebidas edulcoradas. La reducción del consumo de azúcares y edulcorantes está respaldada por la evidencia científica como una medida beneficiosa para la salud.

Sacarina: Es uno de los edulcorantes más antiguos y ampliamente utilizados. Aunque se ha considerado seguro en dosis moderadas, la OMS advierte sobre su relación con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, sobrepeso y obesidad.

Aspartamo: Este edulcorante se encuentra en muchos productos de consumo, incluyendo bebidas gaseosas dietéticas y chicles sin azúcar. Estudios han señalado que el consumo excesivo de aspartamo puede contribuir al aumento de peso y a problemas metabólicos.

Sucralosa: Aunque se considera uno de los edulcorantes artificiales más seguros, algunos estudios han sugerido que puede tener efectos adversos en la microbiota intestinal y en la regulación del azúcar en la sangre.

Alternativas saludables para una dieta equilibrada

Stevia natural: A diferencia de la stevia refinada y procesada, que también puede tener efectos negativos, la stevia natural, en forma de hojas secas o extracto líquido, es una opción más saludable. Se utiliza en pequeñas cantidades y puede endulzar alimentos y bebidas sin aportar calorías.

Azúcar natural: Si bien es importante moderar el consumo de azúcar, optar por fuentes naturales como la miel cruda, el jarabe de arce o el azúcar de coco puede ser una alternativa más saludable en comparación con los edulcorantes artificiales.

Frutas y purés de frutas: Agregar frutas frescas o purés de frutas sin azúcar puede proporcionar dulzor natural a los alimentos y postres sin necesidad de recurrir a edulcorantes artificiales.

Especias y extractos naturales: Utilizar canela, vainilla, cardamomo u otros extractos naturales puede realzar el sabor dulce de los alimentos sin agregar calorías adicionales.

Si bien los edulcorantes artificiales han sido ampliamente utilizados como una alternativa al azúcar, el reciente comunicado de la OMS destaca la necesidad de ser cautelosos con su consumo. Aunque los edulcorantes artificiales pueden parecer una opción atractiva para controlar el peso y reducir el consumo de calorías, los riesgos asociados a su uso a largo plazo no deben ser ignorados.

En lugar de depender de edulcorantes artificiales, es preferible adoptar un enfoque basado en alimentos naturales y saludables. Las alternativas mencionadas anteriormente, como la stevia natural, el azúcar natural, las frutas y los purés de frutas, así como las especias y extractos naturales, pueden ser excelentes opciones para endulzar los alimentos y bebidas de manera más saludable.

Según las recomendaciones de la OMS, se sugiere limitar la ingesta total de azúcares a un máximo de 25 gramos al día, incluyendo los azúcares naturalmente presentes en los alimentos. Es importante tener en cuenta que el consumo de azúcar blanco refinado no debería exceder los 5 gramos diarios, lo cual equivale aproximadamente a tres cucharadas de azúcar al día.

En resumen, mantener una dieta equilibrada y variada, rica en alimentos frescos y minimizando los alimentos procesados, es fundamental para una buena salud en general. Al enfocarse en una alimentación consciente y realizar elecciones informadas, es posible disfrutar de sabores dulces de manera más saludable sin recurrir a los edulcorantes artificiales. Al hacerlo, podemos construir una dieta equilibrada que promueva una mejor salud y bienestar a largo plazo.