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Varios grupos de personas se congregan en la puerta del hospital de San Lázaro. / El Correo
El 1 de marzo, un paciente de la Unidad de Salud Mental de San Lázaro intentó fugarse y agredió a cinco trabajadores, uno de ellos de gravedad, según denunció ayer el sindicato Satse. Fuentes del hospital Virgen Macarena confirmaron la agresión y precisaron que, de manera habitual, no dan difusión alguna a este tipo de situaciones cuando están implicados pacientes de Salud Mental.
El Sindicato de Enfermería (Satse) de Sevilla detalló cómo se produjeron los hechos. Durante el intento de fuga, explica el sindicato, «un enfermero fue agredido físicamente, siendo golpeado de manera violenta en el brazo izquierdo y el cráneo. Esto le provocó un traumatismo cráneo encefálico con pérdida de conciencia y una fractura de la epífisis distal del radio, teniendo que ser atendido de urgencias en el Hospital Virgen Macarena». Satse denunció además que, en el mismo suceso, resultaron agredidos cinco trabajadores de San Lázaro con lesiones de diversa consideración, y que también precisaron atención en urgencias.
El sindicato critica también «la falta de seguridad» para los profesionales de la Unidad de Salud Mental de San Lázaro. El Sindicato de Enfermería asegura «que el personal de Enfermería de esta unidad viene demandando desde hace meses verdaderas medidas de seguridad, que hubiesen podido evitar este lamentable suceso». Detallan además que tienen prevista una reunión con al Dirección del Hospital, que no se producirá hasta el martes de la semana que viene, 14 de marzo, según Satse.
Fuentes del Hospital, por su parte, negaron ayer cualquier deficiencia en las medidas de seguridad de las que está dotada la Unidad de Salud Mental en la que se produjo el conato de fuga. «Con respecto a la seguridad, tenemos un protocolo y cumplimos estrictamente la ley», de manera que la unidad dispone de todos los dispositivos y elementos que la legalidad requiere.
El Hospital destaca incluso que, desde que el año pasado se produjo un conato de incendio, se reforzó la seguridad en Salud Mental. Desde ese momento, la unidad dispone de cámaras de seguridad y de una mampara que separa el control de enfermería de los pacientes.
El Sindicato de Enfermería, por su parte, valora que, «aunque tratar con personas psíquicamente alteradas por problemas de salud mental o por adicciones es ya de por sí un factor de riesgo de violencia para el profesional sanitario, con unas condiciones laborales adecuadas y unas mínimas medidas de seguridad se podrían evitar o al menos minimizar estos lamentables sucesos, por lo que espera poder alcanzar una solución con la Dirección».