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La comisión de veladores ha decidido que la Campana quede libre de veladores a partir del mes de enero de 2017. / Javier Díaz -
La calle San Fernando perderá el 80% de terrazas. / Pepo Herrera -
La reducción en la Avenida será del 60%. / Pepo Herrera
Ni un velador en la Campana a partir de enero de 2017. La comisión de terrazas impulsada por el Ayuntamiento de Sevilla tomó este jueves su primer acuerdo en firme, fulminando de una tacada todas las mesas y sillas de los establecimientos que hasta ahora ocupaban el espacio público de las aceras de esta emblemática zona del centro de Sevilla. Después de más de un año de estudios previos y poca concreción, el gobierno local ha adoptado una decisión drástica que también afectará al resto de zonas del Casco Antiguo que habían sido objeto de estos informes.
De este modo, en la Avenida de la Constitución la reducción del número de veladores será del 60 por ciento, mientras que en la calle San Fernando el descenso será aún más pronunciado, con la supresión del 80 por ciento de las terrazas que disponían de licencia hasta el momento. Una restricción que, tal y como advirtió el concejal de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, no afectará por igual a todos los negocios de estas dos zonas. Es decir, que podrá haber algunos establecimientos que pierdan la mayoría o incluso todos sus veladores y otros que, en su defecto, solo se vean afectados levemente por este bajada.
Esta nueva realidad es solo una de las consecuencias de la ordenación del viario público en la que han venido trabajando los miembros de esta comisión durante el último año y que ha dibujado un nuevo escenario en el que ha quedado a las claras que sobran veladores. «Hay una intención clara de esponjamiento y reducción, aplicando todos los criterios estéticos que ya se establecen en la ordenanza de publicidad», advirtió. Con ello, el gobierno local asegura que «se mejora la seguridad de los peatones y se les aclara por dónde deben circular». Además, en el caso concreto de la calle San Fernando, se mejorará también el acceso de los residentes a sus viviendas.
El calendario que maneja el Ayuntamiento para aplicar esta restricción tiene un horizonte claro: enero de 2017. Es entonces cuando dejarán de tener validez las actuales licencias y los negocios tendrán que regirse por las nuevas condiciones. Un escenario que debe aprobar en breve la comisión ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo y para el que luego se abrirá un plazo público de alegaciones para que los afectados puedan mostrar su parecer. Pasos previos a la aprobación definitiva que debe ser antes de final de año, algo que según Muñoz «es perfectamente posible». Si no se cumplieran los plazos, «se darán las licencias en precario y se revocarán en cuanto la ordenación tenga el visto bueno».
¿Y qué ocurre con la situación del resto de zonas que detectó el Ayuntamiento? En Urbanismo reconocen que es muy complicado que la reordenación de zonas como las calles Betis y Mateos Gago, la Alameda, la Alfalfa o el barrio de Santa Cruz esté finalizada antes de que se cierre el plazo de renovación de licencias, previsto para el 15 de noviembre. Por ello, se ha optado por una solución intermedia que, como en el caso de las anteriores, consistirá en la renovación de las autorizaciones actuales hasta que se aclare cuál será la configuración de estos espacios. Momento en el que, si es necesario, se revisarán y adaptarán las de los establecimientos que se vean afectados por la norma. Junto a ello, Muñoz señaló que no se renovarán las de todos los negocios que acumulen multas o hayan sido sancionados con anterioridad.
Además de la supresión de terrazas, las nuevas directrices de la comisión abogan por unificar la estética de las terrazas, especialmente las más cercanas a los principales monumentos de la ciudad. Éstas, según advirtió el delegado, se señalizarán con unos separadores de nuevo diseño, «que no serán continuos» para evitar que los veladores queden enjaulados.
Hay 1.438 expedientes abiertos
El dictamen de la comisión de veladores irá acompañado de un aumento de «la disciplina» por parte de las autoridades municipales, que serán «más serias y más contundentes» con las infracciones que se cometan. Así lo anunció también el delegado municipal de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, que apeló para ello a la «mejora de la coordinación» de los técnicos e inspectores de Urbanismo con la Policía Local.
En este sentido, puso sobre la mesa una demoledora estadística que sitúa actualmente en 1.438 el número de expedientes abiertos o denuncias contra el grueso de establecimientos hosteleros de la ciudad, «no todos de la misma naturaleza». Unos datos que contrastan con los que maneja la Asociación de Hostelería de Sevilla, que habla de solo «un 1 por ciento» de incumplimientos de la ordenanza por parte del sector.
En cuanto al referido aumento de la coordinación y las reiteradas denuncias vecinales sobre la falta de control ante las infracciones, el delegado reconoció que, bajo su criterio, «sería necesarios que hubiera más inspectores». Un deseo que él mismo se encargó de desmontar al reconocer que no será fácil conseguir este aumento de la plantilla. Por ello, abogó por otras fórmulas, al margen de la mejora de la comunicación con los agentes de la Policía Local, que se basan en «pisar el acelerador a fondo» para que no se sigan repitiendo los incumplimientos.
Así lo respaldo también el delegado municipal de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, que mostró la «disponibilidad» de la Policía Local para acabar con todas las irregularidades que se sigan detectando en el sector de la hostelería. Para ello puso como ejemplo la labor desarrollada en la Alfalfa.
En lo que de momento no ha querido entrar Urbanismo es en la revisión de los horarios de autorización de veladores. De momento, y salvo cambios de última hora, se mantendrán como están. ~