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Exposición ‘Los inventos de Leonardo da Vinci’ en la Casa de la Ciencia. / Pepo Herrera -
Exposición ‘Los inventos de Leonardo da Vinci’ en la Casa de la Ciencia. / Pepo Herrera -
Exposición ‘Los inventos de Leonardo da Vinci’ en la Casa de la Ciencia. / Pepo Herrera -
Exposición ‘Los inventos de Leonardo da Vinci’ en la Casa de la Ciencia. / Pepo Herrera -
Exposición ‘Los inventos de Leonardo da Vinci’ en la Casa de la Ciencia. / Pepo Herrera
El laboratorio de ideas era él
Maquetas y paneles explicativos, además de un taller para niños, recrean los inventos más significativos de Leonardo da Vinci en la Casa de la Ciencia
Advierte Homer Simpson que «intentar algo es el primer paso hacia el fracaso». No hubiera hecho buenas migas con Leonardo. O sí, pero es otra historia. Lo que sí es cierto es que Leonardo dejó una larga estela de inventos y obras de arte tan novedosos como variados. Un talento descomunal y diverso que ahora se puede disfrutar, y aprender, en la Casa de la Ciencia, que acoge desde mañana, y hasta el 20 de julio, la exposición ‘Los inventos de Leonardo da Vinci’.
Paradigma del ‘homo universalis’ del Renacimiento, Leonardo destacó en tantos ámbitos que el tiempo se ha encargado de fijar su imagen como autor de La Gioconda e inventor diverso. Pero quizá «sus descubrimientos se han minusvalorado», explica Ana, encargada de presentar la exposición. Injustamente, se puede añadir. Un paseo por la muestra devuelve su talento creativo al lugar que merece.
La Casa de la Ciencia y la Fundacion Sophia han reunido 14 maquetas elaboradas con madera, lona y cuerdas, además de paneles didácticos y un libro de consulta con la obra pictórica del italiano. Su pasión por la ciencia empírica lo llevó a crear artilugios que aportaban soluciones a problemas de la época, como el puente giratorio, el anemómetro o una bicicleta con un sistema de transmisión de cadena similar al actual. Además de artilugios militares como un carro de combate y un tanque.
Pero resulta difícil no pensar en la pasión por volar que nutrió el ingenio de Leonardo durante toda su vida. Las alas batientes que diseñó están aquí, además de su máquina voladora (u ornitóptero), o su helicóptero, un tornillo helicoidal que no llegó a funcionar. Hacía falta el motor ligero, que se inventó 400 años después.
La explicación de su pasión por volar se complementa con un taller, que tendrá lugar los sábados, llamado precisamente ‘Leonardo, el vuelo de la mente’. Pensado para niños, pondrá al personaje en el contexto de su época a través de juegos y alguna explicación.
Al final, queda la idea de un hombre que ya en los siglos XV y XVI inventó eso tan moderno del laboratorio de ideas. La diferencia es que el laboratorio de ideas era él solo.