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Las medidas para acabar con la pérdida de población en Sevilla comenzarán en 2016. / Inma Flores
Enero de 2017. Este es el objetivo que se marca el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, para que la población de Sevilla rompa su tendencia de decrecimiento de los últimos cinco años, algo que con toda probabilidad se repetirá un sexto año también.
No será hasta los primeros meses de 2016 cuando se comiencen a poner en marcha las primeras medidas para enmendar esta caída imparable que deja la cifra de sevillanos en 693.878 personas con fecha de 1 de enero de 2015 según el Instituto Nacional de Estadística (INE), algo que supone que el padrón de la capital andaluza se sitúa en niveles de antes de la Expo.
La estrategia está en la misma línea que Espadas ha comentado varias veces, incluso estando en la oposición. Si bien ninguna de ellas se ha puesto en marcha en estos primeros seis meses de mandato socialista a pesar de la importancia que el alcalde ha asegurado siempre darle al tema del censo y la población de la ciudad. De hecho, en esta línea se pronunció ayer el concejal de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura, Antonio Muñoz, quien aseguró que el Gobierno «lo va a tomar en consideración porque no hay que perder de vista que menos población también significa menos financiación y por tanto es indudablemente una preocupación».
El Ayuntamiento asegura estar trabajando desde hace meses en un análisis de los datos de la población en Sevilla, en colaboración con el Consejo de Empadronamiento, para valorar cuáles son las bolsas de población específica sobre la que se puede actuar, que en principio son inmigrantes y estudiantes, y las zonas donde se concentra. Para ello, por ejemplo, se está también en contacto con personal de Endesa, con el fin de detectar domicilios con una actividad regular y continua y cuyos inquilinos están censados en otra población.
Una vez concluidas estas labores previas, comenzará una campaña puerta a puerta pero específica en estas zonas y para estos grupos de población pues las generales tienen una «efectividad mínima», aseguran fuentes municipales.
A esto le acompañarán una serie de medidas e incentivos para animar al empadronamiento. Entre ellas, está la creación de una tarjeta única para los empadronados que ya funciona en ciudades como Zaragoza y que integraría todos los servicios existentes, desde el pago en Tussam hasta la entrada a un teatro o museo. Una iniciativa que ya anunció Espadas estando en la oposición y que aún está en estudio aunque su funcionamiento sería similar al que ya tiene la universitaria de transporte.
Además, la apuesta de Espadas pasa por las políticas de vivienda. El Ayuntamiento es consciente de que el pico de población de la capital hispalense se alcanzó cuando Emvisesa construía VPO y era necesario estar censado para optar a ellas y que la pérdida de población tiene que ver con el final del boom inmobiliario, que frenó el crecimiento del parque de viviendas municipal, algo en lo que este equipo de gobierno socialista quiere volver a trabajar de manera activa a lo largo de su mandato. En este sentido, Muñoz aseguró ayer que junto a la vivienda, se pondrán en marcha incentivos en materia de empleo «para que muchas de las personas que están viviendo fuera de nuestra localidad pero que sin embargo trabajan aquí, y que por una u otra dificultad no encuentran su lugar de residencia en Sevilla, lo puedan encontrar».