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La undécima legislatura del Congreso de los Diputados, la más breve e incierta de toda la democracia española, tan solo ha durado 111 días. / J.J. Guillén (EFE)
Una duración de 111 días, la cifra más alta de mujeres diputadas o el primer presidente de la Cámara que no pertenecía al partido mayoritario, son algunos de los méritos más particulares de la undécima legislatura de las Cortes Generales, la más breve e incierta de la democracia. Casi cuatro meses en los que el ímpetu por demostrar el fin del bipartidismo ha llenado el hemiciclo de iniciativas parlamentarias que, en la mayoría de los casos, se han quedado a medio camino. Entre ellas, las de la docena de diputados por la provincia de Sevilla, convertidos en convidados de piedra de una legislatura en la que la presencia de la provincia en los debates fue demasiada escasa.
En su conjunto, las cuatro formaciones políticas con representación sevillana en la cámara baja (PSOE, PP, Ciudadanos y Podemos) presentaron 34 iniciativas vinculadas con su circunscripción de origen. La mayoría de ellas llevaron la firma de los diputados socialistas, que pusieron sobre la mesa un total de 33 iniciativas parlamentarias con Antonio Pradas, número 1 del PSOE por Sevilla, como político más activo. La propuesta restante fue planteada por Ciudadanos, con la rúbrica conjunta de los diputados Virginia Millán Salmerón y Fidel Prieto.
El extremo contrario lo configuran los cinco representantes parlamentarios de PP y Podemos, que no solo coincidieron en su negativa a la posible investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno sino también en la falta de iniciativas presentadas por sus cabezas de lista por Sevilla. Ni Juan Ignacio Zoido (PP) ni tampoco Sergio Pascual (Podemos) registraron ninguna propuesta en el Congreso en la que defendieran los intereses de Sevilla y provincia. Tampoco el resto de diputados: Ricardo Tarno y María Eugenia Romero por el PP, en una estrategia habitual de los partidos al frente del gobierno, y la número 2 de Podemos, Auxiliadora Honorato. En el caso popular, al menos hay una justificación en su discurso: al ser un gobierno en funciones, a su juicio, no debería rendir cuentas ni emprender iniciativas parlamentarias.
La página oficial del Congreso, en la que puede accederse fácilmente al currículum de intervenciones de los 350 diputados del hemiciclo, sí recoge el registro de una iniciativa de Sergio Pascual, ajena, eso sí, a Sevilla. El que fuera hasta hace pocas fechas secretario de Organización de Podemos, cesado de forma fulminante por Pablo Iglesias, planteó el 14 de abril una pregunta en pleno sobre las tramas corruptas supuestamente vinculadas con el PP en Madrid, inadmitida a trámite en términos absolutos.
Preocupados por lo social
De temática variada, la mayoría de preguntas formuladas por los socialistas en estos cuatro meses de legislatura tenían un denominador común: las políticas sociales. En este sentido, sus diputados por Sevilla interpelaron al gobierno sobre el emprendimiento, la violencia de género, el impulso del empleo, la vivienda, la renta agraria o la financiación de programas con fondos Feder.
La cuestión planteada por los diputados de Ciudadanos estuvo relacionada con la defensa de la pesca del cangrejo rojo, tras la sentencia contraria del Tribunal Supremo. El resto tendrá una nueva oportunidad a partir del 26J para demostrar que su interés por Sevilla va más allá de encabezar una lista al Congreso.