Las obras del Greco estarán listas la próxima primavera

Los trabajos comenzaron la semana pasada y transformarán la calle en un gran bulevar

07 may 2018 / 15:22 h - Actualizado: 07 may 2018 / 22:39 h.
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  • Esta será la imagen de la nueva avenida del Greco tras las labores que se realicen en ella. / El Correo
    Esta será la imagen de la nueva avenida del Greco tras las labores que se realicen en ella. / El Correo

Un «nuevo modelo de ciudad» es lo que podrán experimentar los vecinos de San Pablo cuando la próxima primavera paseen por una renovada avenida del Greco en la que los coches perderán el protagonismo para dejar paso al peatón, las zonas verdes y de esparcimiento –con wifi incluido–.

Este es el dibujo que hizo ayer el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, durante la presentación de las obras, que habían arrancado el pasado viernes, y que se prolongarán durante 10 meses. Las claves del proyecto, que hará de esta emblemática vía de San Pablo un gran bulevar gracias a los 2,4 millones de inversión, ya se habían avanzado hace meses: eliminación de aparcamientos, calmado del tráfico, un nuevo carril bici, soterramiento de contenedores, más zonas ajardinadas, fuentes o juegos infantiles son algunos de los elementos que propiciarán la transformación de esta avenida que inicialmente estaba pensada para ser la «guinda» de las celebraciones de los 50 años que el barrio cumplió en 2017 y que «será un ejemplo tanto para la ciudad como para otras».

«Esta actuación tenía muchos novios», explicó el alcalde junto al centro de salud –donde cuando finalicen los trabajos habrá una gran fuente ornamental–, «pero queríamos que se hiciera en un lugar emblemático en el que los vecinos vieran verdaderamente un modelo distinto de ciudad». De hecho, la intención municipal es exportar este modelo a otros puntos de la ciudad.

Esta calle «del futuro» será el Greco, que ya tiene cerrado al tráfico el carril de entrada desde Kansas City y ha dicho adiós a gran parte de los estacionamientos. «Somos conscientes de que una obra de esta envergadura supondrá molestias» pues los cambios que se van a acometer son «de fachada a fachada», asumió el alcalde, quien señaló que las obras se realizarán por fases aunque «al final de los trabajos la totalidad de la calle estará cerrada al tráfico», reconoció Luis Luque, director técnico de Emasesa. Para paliar en parte la pérdida de plazas de parking, el Ayuntamiento ha habilitado ya una bolsa de aparcamientos –que ha retrasado el inicio de las obras– en los terrenos de la antigua fábrica de Cruzcampo donde el Ayuntamiento mantiene un terreno. Este espacio será, eso sí, provisional, hasta que la obra acabe y los suelos –donde irá la nueva comisaría, más de 1.900 viviendas y una gran zona verde– comiencen a desarrollarse.

Las obras dotarán esta calle de una «nueva estética urbana» son posible gracias a la acción combinada de Urbanismo con Emasesa, que financia los trabajos en los que se dirá adiós a la fisonomía tradicional de esta vía con más de medio siglo de historia para dar paso a un «modelo sostenible».

Y esto, ¿qué quiere decir? Pues básicamente que el nuevo bulevar tendrá al peatón como elemento principal –ocuparán un 54 por ciento de la superficie–, se perderán aparcamientos, y se potenciarán los itinerarios a pie –los acerados crecerán casi un 50 por ciento–. Se tratará de calmar el tráfico con limitaciones de 30km/h y habrá nuevos espacios de estancia para los vecinos que contarán con wifi gratuito.

El Greco se beneficiará de una bajada de la temperatura con el aumento de la vegetación. Crecerá el número de árboles, se adecuarán las especies –eliminando aquellas que suponen un problema para el acerado–, y se incrementará el espacio de sombra gracias a una nueva distribución que permitirá triplicar la superficie –de 2.700 metros cuadrados a 7.800–.

Toda la calle será equipada con un nuevo mobiliario urbano. Se renovará el alumbrado, se soterrarán los contenedores, y se incorporarán nuevos juegos infantiles. El agua será igualmente un elemento clave. Además de la sustitución de las redes por parte de Emasesa, se incorporarán sistemas de drenaje sostenibles. Se construirán aljibes para almacenar el agua para el riego y se instalarán fuentes tanto para el consumo como ornamentales. Los materiales que se emplearán para los suelos serán «ecoeficientes», con jardines de lluvia, pavimentos permeables y una nueva red de riego por goteo. Finalmente, el Ayuntamiento medirá los niveles de contaminación de manera periódica para conocer los posibles beneficios del modelo.