Sevilla piensa en verde y sin malos humos

Plan contra el cambio climático. La capital aspira a reducir medio millón de toneladas de CO2 más al año en 2030, con un plan con 15.000 árboles plantados, mayor uso del tranvía y placas solares para más de 4.000 VPO

Iñaki Alonso @alonsopons /
04 jun 2018 / 22:37 h - Actualizado: 05 jun 2018 / 08:11 h.
"Cambio climático","Día Mundial del Medio Ambiente"
  • El plan de acción aprobado recientemente por el Ayuntamiento hace una apuesta por el verde, con más árboles (15.000 ejemplares más), corredores verdes y 15 hectáreas de jardinería vertical. / Txetxu Rubio
    El plan de acción aprobado recientemente por el Ayuntamiento hace una apuesta por el verde, con más árboles (15.000 ejemplares más), corredores verdes y 15 hectáreas de jardinería vertical. / Txetxu Rubio

Verde y más verde. Más de 15.000 árboles nuevos para Sevilla, 15 hectáreas de jardines que cubran las fachadas y tejados de los edificios, un plan de sombras en el casco histórico que proteja del calor a sevillanos y turistas y un anillo verde que conecte los principales parques de la capital forman parte del plan de ataque para que no se hagan realidad los malos presagios de los expertos, que dibujan una Sevilla cuasidesértica, con el calor extremo como máxima amenaza.

El último diagnóstico municipal es desalentador. Si no se adoptan medidas, la capital hispalense sufrirá una previsible subida de tres grados en las temperaturas máximas en 2050, y se multiplicarían por dos los días de calor extremo –es decir, más de 35 grados–, que pasarían de 30 a 60 días. Un escenario, tal vez apocalíptico, que, sumado a periodos más prolongados de sequía y un descenso de un 15 por ciento de las precipitaciones en los próximos 30 años, tendría consecuencias más allá de las medioambientales, según el citado estudio, como afección a la salud o a uno de los pilares económicos de la ciudad: la llegada de turistas.

Para ello, el Ayuntamiento aprobó recientemente un plan de acción para que, en el horizonte de 2030, Sevilla «sea una ciudad completamente adaptada a sus riesgos climáticos» y con una batería de medidas que pretenden mitigar en un 54,28 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero. Una hoja de ruta que no ha quedado exento de críticas, puesto que una veintena de entidades, aunadas en la Red Sevilla por el Clima, demandaron hace pocos días más valentía en esta revisión del plan de acción por el clima y las energías sostenibles (Paces), con partidas concretas en el presupuesto, la vuelta de un Plan Centro que limite el tráfico solo a los residentes o la plantación de 5.000 árboles en los alcorques vacíos.

De momento, las medidas aplicadas desde 2006 ya han permitido reducir 1,2 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera al año, aunque todavía quede mucho por eliminar –1,9 millones de toneladas al año–, sobre todo los derivados del tráfico (45 por ciento) y del consumo eléctrico (40 por ciento). Hasta en estos casos se ha minimizado sus efectos, sobre todo en el primero, gracias a la renovación del parque móvil y el descenso del uso del coche privado en el centro urbano. Con todo ello, el nuevo plan busca por un lado, reducir con un paquete de 68 medidas, más de medio millón de emisiones al año más; así como administrar otras medidas contra el cambio climático, en las que prima el verde. A continuación, se extracta varias de las más llamativas:

15.000 ÁRBOLES Y JARDINES HASTA EN LOS TEJADOS

Sevilla tirará de la naturaleza para contrarrestar los riesgos del cambio climático. La más llamativa es la aplicación, en 2018, de un plan de cubiertas y fachadas verdes en colegios y edificios públicos. Serían 15 hectáreas de jardinería vertical que costarían 125.000 euros. Además, se extendería a las cubiertas de los comercios, siguiendo como modelo a la ciudad de Hamburgo.

También incluye 64.000 euros en una campaña para «reverdecer espacios públicos» con pequeños jardines en balcones, terrazas y patios. Junto a eso, el grueso de la inversión natural va por acciones ya iniciadas, como la plantación de árboles –el plan contempla 15.000– o la ampliación y mejora de la red de huertos urbanos. A esa se pretende sumar la creación de espacios verdes singulares en la Dehesa de Tablada –en el meandro de Los Gordales y la Isla Tercia– y la puesta en marcha de un estudio de viabilidad para ver si se pueden conectar los diferentes parques de la capital hispalense, basándose en el modelo de anillo verde que se está implantando en Vitoria.

COCHES ELÉCTRICOS, TRANVÍA Y CLASES DE CONDUCIR ‘SANO’

Cerca de la mitad de las emisiones que se quieren eliminar hasta 2030 proviene de ese afán de retirar el vehículo privado. Hasta 16 medidas se aplicarán para reducir en 230.493 toneladas de gases, entre las que figura algunas ya emprendidas, como la ampliación del tranvía hasta Santa Justa –se calcula que su estreno supondrá 3.415 toneladas de CO2 al año–, la adquisición de 93 autobuses de Gas Natural Comprimido o el propósito, aún en los comienzos, de la apuesta por el coche eléctrico, bien a través de la ampliación de los puntos de recarga en edificios o bien a través de la adquisición de cuatro vehículos y 50 motocarros para renovar toda la flota de Lipasam.

El plan también piensa en seguir la ampliación de carriles exclusivos para Tussam, que sirven para ganar velocidad comercial y fomentar el transporte público –más sostenible que el coche privado–. Sobre esto último, tienen en mente implantar zonas de bajas emisiones contaminantes, donde podrían circular únicamente vehículos ecológicamente eficientes en base al futuro plan de calidad del aire municipal; o insistir con el programa para compartir coche, que tuvo un discreto paso cuando se implantó, con web incluida, hace ya una década larga.

Pero, sin duda, la más original de las medidas está en impartir clases de conducción eficiente para taxistas, vehículos industriales y conductores de Tussam. Paralelamente, se implantará un sistema de conducción eficiente en los 358 autobuses, bajo la premisa de que, a través de unos patrones de seguridad y eficiencia, se «logra una reducción media al año de un 8 por ciento en el consumo de combustible».

EL BTR DE SEVILLA ESTE: 14 MILLONES Y CON TOPE EN 2020

El plan aporta detalles de otro de los compromisos del alcalde, Juan Espadas, con Ciudadanos: la implantación de la línea BTR para conectar Sevilla Este con el centro de la ciudad. Este proyecto, que está valorado en 13 millones de euros, prevé la construcción de cuatro kilómetros de plataforma exclusiva, separada del resto del viario y con paradas elevadas para facilitar el acceso rápido. El proyecto baraja el cerramiento de las paradas de mayor uso, para poder establecer un sistema de prepago y agilizar el acceso para ganar más segundos al reloj. En todo caso, el BTR tendrá que esperar, como muy tarde, a 2020. Mientras tanto, los vecinos de este barrio de la periferia seguirán con su línea Exprés, que se pondrá en marcha lo de Pino Montano.

placas solares y free-cooling en sedes municipales

La nueva sede de Emvisesa en el Parque Arte Sacro es el ejemplo a seguir de edificio sostenible y eficiente. A partir de este modelo, el plan local busca extender la política de cero emisiones en sus sedes. Las placas solares se instalarán en 53 edificios municipales, además de en 4.272 viviendas de Emvisesa, con la colocación de 12.576 metros cuadrados de paneles que costarán 12,8 millones.

El universo esbozado en los papeles pasa por piscinas con cubiertas que promuevan más luz natural, planes de eficiencia, monitorización del consumo de las instalaciones públicas o la sustitución del gas propano o butano por gas natural en 16 edificios de aquí a 2020. En estas actuaciones sobre el mobiliario, incluso plantean sistemas innovadores como el free-cooling, es decir, el enfriamiento gratuito a través de aire externo, que se aplicará como prueba piloto en un total de diez edificios.

EMISIONES A LA BAJA HASTA EN CENTROS COMERCIALES

El Ayuntamiento busca también la colaboración privada para rebajar las emisiones de CO2 y el cuidado del medio ambiente. Y así lo refleja con varias medidas concretas. Al respecto, tienen previsto la instalación de un sistema de gestión energética para controlar su consumo y tratar de optimizar los recursos en los espacios comerciales de Sevilla. Además, van a impulsar el programa europeo Greenlight, por el que el Consistorio pretende la rebaja de la iluminación interior en un total de 20 supermercados, 3 hipermercados y 10 edificios de oficinas. La constitución de un cluster de empresas frente al cambio climático o la aplicación de incentivos fiscales a las empresas sostenibles, como hace Hamburgo, figuran también en el plan ecológico de Sevilla