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Dos perros aguardan en las instalaciones del Zoosanitario tras ser recogidos de la calle. / Manuel Gómez -
Elsa, una gatita adoptada tras ser maltratada, se aferra a su nueva dueña. / M.P. -
Marcha en apoyo del maltrato a los galgos. / Efe -
Uma fue adoptada en FBM hace dos años. / M.P.
«Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales» (Mahatma Gandhi). Esta frase, tan bella como manida, retrata francamente mal a España, donde, según la Fundación Affinity el año pasado fueron recogidas por las asociaciones protectoras de animales 137.831 mascotas abandonadas –una forma de maltrato animal–, de las que 104.501 eran perros y 33.330 gatos, si bien en el caso de los pequeños felinos muchos no son recogidos y viven en colonias en nuestras ciudades.
Aunque está cifra ha ido disminuyendo cada año, sigue siendo sangrante. Esto supone que cada día son abandonados de media 375 animales, 15,6 cada hora, uno cada cuatro minutos... Y aunque cada día más vuelven a sus familias que, supuestamente los quieren, gracias a la implantación del microchip, lo cierto es que este es solo el 20 por ciento de los casos. En cuanto a los recogidos por refugios, protectoras o servicios municipales, el 44 por ciento es adoptado –una práctica cada vez más generalizada, frente a la compra, gracias a la concienciación ciudadana–, el 14 por ciento se queda en la asociaciones y el 10 por ciento es sacrificado, según el mismo informe.
Tener un animal en casa es un compromiso a largo plazo y hay que analizar previamente cada uno de los pros y contras que ello conlleva. Aunque las causas económicas están ahí y la crisis incrementó en un primer momento el número de perros y gatos abandonados, son otras las razones que llevan a una familia a abandonar a su mascota, ya sea en la calle (el 66 por ciento son recogidos de ahí por las protectoras) o en una asociación (son los menos).
Entre las razones más frecuentes, según asociaciones animalistas, están el arrepentimiento, por desavenencias en las familias sobre tener o no tenerla; el cambio de domicilio; se adquirió como regalo para el niño y ahora nadie se hace cargo; el elegido, sobre todo en el caso de los perros, no es el adecuado para tu estilo de vida, porque es muy nervioso o considera que no tiene tiempo para sacarlo a la calle; problemas de educación, muy necesaria y para la que no tiene tiempo o paciencia; en los animales mayores, sobre todo, la aparición de algún tipo de enfermedad que por el coste del tratamiento no puede hacerle frente; y, tanto en el caso de los gatos como de los perros, la llegada de un bebé a casa. Todas estas no dejan de ser excusas que denotan una falta de madurez y de humanidad poco explicables.
Zoosanitario
En Sevilla, el centro municipal Zoosanitario había recogido de las calles de la ciudad 2.687 animales hasta el mes de agosto, de los que 833 eran perros y 509 gatos. Allí aguardan 15 días a la espera de ser reclamados por sus dueños. De no ser así, se inicia el proceso de adopción. Así, según los datos ofrecidos de la delegación de Bienestar Social, de la que depende este servicio, en el caso de los perros recogidos por el Zoosanitario fueron adoptados el 92 por ciento, mientras que en caso de los gatos este porcentaje alcanzó el 73 por ciento. Este alto porcentaje está justificado tanto por la colaboración con asociaciones dedicadas a tal fin como también al reflejo que tienen la llegada de estos animales a las instalaciones municipales a páginas web o páginas de Facebook, como Animales perdidos y abandonados en Sevilla.
Y aunque se pueda creer que es en verano, de cara a las vacaciones, cuando se abandonan más mascotas, en el caso de los perros el porcentaje de animales recogidos es prácticamente el mismo en todos los meses del año, oscilando entre el 32 y el 35 por ciento entre los distintos cuatrimestres. Sí crece más en el segundo cuatrimestre, de mayo a agosto, en los gatos pero, según Affinity, se debe al momento en que nacen las camadas.
Tanto Sevilla como en el resto de la provincia son numerosas las entidades que realizan esta misma labor: recoger animales abandonados y prepararlos para la adopción, con distintos trámites o contratos con los que los nuevos dueños se comprometen formalmente a su cuidado, aunque no en todas el procedimiento es tan estricto. Entre estas asociaciones están la Fundación Benjamin Mehnert (FBM), Arca de Noé, El buen amigo, Defensa felina y Ddevida, aunque puede encontrar muchas más en internet.
Lo cierto es que hay centenares, miles de animales, que le están esperando. Piénselo bien antes, pero si está convencido de compartir su vida con una, o varias mascotas, ya sabe dónde acudir.