Torre Banesto: la vergüenza oculta entre la maleza tras 14 años de olvido

El mirador sigue deteriorándose y es objeto de actos vandálicos

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
19 sep 2016 / 20:45 h - Actualizado: 20 sep 2016 / 13:44 h.
"Patrimonio","Isla de la Cartuja"
  • La maleza oculta la Torre Banesto, uno de los legados de la Expo 92. / M.G.
    La maleza oculta la Torre Banesto, uno de los legados de la Expo 92. / M.G.

La Torre Banesto fue uno de los emblemas de la Exposición Universal de Sevilla. En los seis meses de la muestra llegó a recibir una media de más de 2.000 visitantes al día. Fue también uno de los escenarios elegidos para el rodaje de la polémica película Nadie conoce a Nadie. Sin embargo, este singular mirador de 92 metros de altura ha caído en el olvido de las administraciones –en especial de la Junta de Andalucía, su actual propietaria– desde que se elevara por última vez hace ya catorce años con motivo de los fastos del décimo aniversario de la Expo 92.

La mala hierba ha crecido en la base de la torre, cuyas instalaciones han sido objetivo de los vándalos en los últimos años, como ha advertido hace unos días un vecino que ha enviado al teléfono de denuncia de este periódico una fotografía que ilustra el abandono que presenta actualmente. «Penoso y vergonzoso el estado en el que está la Torre Banesto. Total abandono». Algo que ha corroborado también la Asociación Legado Expo de Sevilla: «Desde que quedó sin vigilancia, ha sufrido numerosos ataques, como pedradas en las lunas del mirador, robos de cables, robos en la cabina de control que se sitúa fuera de la torre...», explica Alberto Martín, vicepresidente y portavoz del Legado Expo Sevilla.

Una situación que el Legado Expo Sevilla puso en conocimiento de Epgasa (Empresa Pública de Gestión de Activos S.A.) que administra la Junta de Andalucía. Ésta ordenó «retirar lo que quedaba del cableado y sellar la trampilla del acceso a la cabina». Pero lo cierto es que ello no ha evitado que prosiga su deterioro, que «cada vez va a peor» como insisten los vecinos de la zona más próxima. Su temor pasa en estos momentos por que «alguien termine prendiéndole fuego como los monorraíles o bien termine cayéndose en un temporal de viento y lluvia».

En este sentido, tanto los vecinos como la Asociación Legado Expo reclaman «al menos una mínima inversión» y un paquete de medidas para que la torre deje de estar «oculta entre la maleza» y de deteriorarse. «Entendemos que requiere de una inversión que no se puede asumir en estos momentos, pero se puede buscar una empresa que lo gestione para que sea un aliciente para los recién restaurados Jardines del Guadalquivir», resume Martín, quien además advierte de la urgencia de realizar «una inversión de urgencia» para elevar la cabina «lo más alto posible» y así evitar «que sea apedreada y ocupada». Aunque no funcione, cree que supondría «un gran atractivo» como legado destacado de la muestra universal.

El Legado Expo ha recordado también que este mirador se montó en 1989 y funcionó de manera ininterrumpida hasta 1995 dentro del proyecto Cartuja, el parque de los descubrimientos. Durante unos años revivió de la mano del parque Isla Mágica, pasando a Epgasa cuando era del Estado y luego a la Junta, cuando dicha entidad se computó como deuda histórica. Ahora vecinos y entidades reivindican su mantenimiento y puesta a punto.