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Ignacio Soro, hermano mayor del Gran Poder, recoge los beneficios del festival. Foto: Toromedia
180.170,75 euros. Es la abultada cifra que ha recaudado el festival taurino celebrado el pasado 12 de octubre en la plaza de la Maestranza. El destino de esos beneficios no es otro que engrosar los fondos de la ejemplar Bolsa de Caridad de la Hermandad del Gran Poder siguiendo la estela marcada por la Hermandad de la Macarena, pionera en la nueva orientación taurina de la emblemática fecha, que ha encontrado una vocación solidaria sin perder su fachada taurina.
El hermano mayor de la cofradía de la Madrugada sevillana, Ignacio Soro, ha sido el encargado de recibir la recaudación final de ese festejo en un sencillo acto celebrado en la Casa de la Real Maestranza a mediodía de este miércoles. Soro posó con el teniente de Hermano Mayor del cuerpo nobiliario, Santiago de León, y el gerente de la empresa Pagés, Ramón Valencia, para mostrar un inmenso cheque simbólico que, de alguna manera, realza esa cifra –los 180.170,75 euros del ala- que supondrá un importante revulsivo en la acción social de la corporación penitencial que tiene un frente preferente en la barriada de Los Pajaritos a raíz de la impresionante misión que encabezó la venerada imagen del Señor hace un año con motivo del 400 aniversario de su hechura por parte del escultor Juan de Mesa, demorada desde 2020 –como el propio festival- por mor de la pandemia.
Santiago de León, que presidió el acto, aludió al “inmejorable resultado” del empeño y destacó la respuesta del público que abarrotó la plaza ese día. Pero el teniente de la Maestranza tuvo unas palabras especiales para alabar la labor del diestro Emilio Muñoz, gestor del cartel y ausente en el acto, destacando su “decisiva labor” en la organización del evento. De la misma forma, Santiago de León subrayó la importancia de “organizar actividades que redunden en beneficio de los más necesitados”.
Ramón Valencia, por su parte, mostró su satisfacción por haber encontrado “una salida importante” a la histórica fecha del 12 de octubre en la plaza de la Maestranza. El gerente de Pagés destacó el clima de colaboración con las obras sociales y asistenciales de las hermandades de la ciudad mencionando una cola en la que ya figura en primer lugar la Hermandad del Rocío de Triana que organizará, en colaboración con la Fundación Alalá, el festejo de 2023. El hermano mayor del Gran Poder, finalmente, se deshizo en agradecimientos a todos los actores de este empeño común –toreros, ganaderos, empresa Pagés, Real Maestranza- pidiendo que el Señor de Sevilla premiara a todos.
El novillero salmantino Marco Pérez abrió la Puerta del Príncipe el pasado 12 O. Foto: Arjona-Pagés
Un éxito organizativo
El festejo gestado por Emilio Muñoz para la Hermandad del Gran Poder con la colaboración inestimable de la Empresa Pagés –que fue anunciado con un cartel del pintor José María Pedernal- volvió a mostrar la fortaleza de esta iniciativa para colgar el cartel de ‘No hay billetes’ en las taquillas del coso sevillano. No podía ser menos... Los matadores Diego Urdiales, José María Manzanares, Daniel Luque, Juan Ortega y Pablo Aguado además del novillero sevillano Diego Bastos actuaron desinteresadamente para lidiar reses donadas por los hierros de Juan Antonio Ruiz Román, Daniel Ruiz, Victoriano del Río, Garcigrande, Alejandro Talavante y Núñez de Tarifa.
Manzanares, Luque y especialmente Aguado firmaron las actuaciones más sobresalientes pero el definitivo acontecimiento iba a llegar en el epílogo del evento, organizado a modo de clase práctica, para que el becerrista charro Marco Pérez formara una auténtica tremolina con un añojo de Jandilla que le sirvió para cortar los máximos trofeos y abrir la Puerta del Príncipe en medio de una auténtica apoteosis que le llevó a ser paseado a hombros por las calles del Arenal.
Antecedentes
El evento ha venido a reforzar la nueva orientación de esta fecha en el calendario taurino sevillano. Se trata de una fecha que había estado relacionada muchos años con la corrida que se montaba para la Cruz Roja Española. El festejo ya se convirtió en un festival de figuras en el año 2013 en el que la Cruz Roja compartió los beneficios con el Banco de Alimentos. Al año siguiente llegaría la encerrona de Lama de Góngora y en 2015 se celebró la última corrida de toros con Nazaré, Miguel Ángel Delgado y Esaú Fernández en el cartel. En 2016 se había organizado un festival a beneficio del malogrado banderillero algabeño José Manuel Soto que sentenció la lluvia...
En 2017 se creyó cerrada la historia taurina de esta emblemática fecha con la organización de un espectáculo ecuestre pero la Hermandad de la Macarena apostó fuerte en 2018 organizando un lujoso festival que sirvió, de paso, para reivindicar sin ningún tipo de complejo, la rica historia taurina de la corporación de San Gil. Los beneficios obtenidos se sumaron al presupuesto del ambicioso programa social y asistencial de la corporación de San Gil. Se había marcado la senda a seguir: en 2019 llegó el turno a las cofradías de la Esperanza de Triana y el Baratillo bajo el impulso del abogado Joaquín Moeckel. El resultado económico, una vez más, iba a cumplir todas las expectativas.