Un arroz con pato. De la Marisma, se supone. Es el apetitoso plato, a punto de servirse, que oficia de vértice en la mesa que reúne a Ramón Valencia con Morante y su fiel y sensato apoderado, el portugués Pedro Marques. La cita anual es en la Puebla del Río y el motivo, ir trazando las líneas maestras –las mismas que marca el propio diestro cigarrero- de la temporada que vendrá antes de que los mecanismos de la empresa Pagés, poco dados a cambiar de ritmo o alterar lo más mínimo sus propias liturgias, recuperen la velocidad de crucero con la marcha de los Reyes Magos. A partir de ahí hay subrayar un dato dejando a un lado las teorías apocalípticas de las redes: Morante estará en Sevilla y en todos los grandes escenarios haciendo una temporada al uso. No habrá vocación de records pero tampoco un calendario ajustado.
Pero el arrocito y las idas y venidas al campo bravo –no habrá problemas de ganado para la Maestranza, comentó el empresario- se erigen en el primer capítulo de la gestación de los carteles que alumbrará la empresa en fechas cercanas al Miércoles de Ceniza. En la sociedad y los modos actuales, en un mundo en el que todo se anticipa, se antoja un plazo muy tardío. ¿No sería conveniente anunciar a bombo y platillo el cartel del Domingo de Resurrección sin esperar a ese manido y obsoleto acto del Salón de Carteles en el que todo el mundo sabe ya de memoria las combinaciones? Ya habría tiempo de hablar de ello –vayan olvidándose de una gala a la altura que demanda la importancia de la Feria de Abril- centrándonos ahora en la extensa entrevista que don Ramón Valencia concedió al compañero Víctor García-Rayo para su programa 7 Toros 7. No tuvo desperdicio y es la que marca el hilo conductor del Observatorio Taurino de esta semana.
Ramón Valencia Canorea, hijo del gerente de Pagés, gana peso y presencia en el organigrama de la empresa. Foto: Toromedia
Sin sexteto de la oportunidad y novedades ganaderas
La verdad es que no brindó grandes titulares aunque tampoco tenía por qué haberlos atendiendo a la línea continuista de Pagés. Eso sí: Valencia renunció –el vigía de este observatorio ya se llevó un buen corte en su momento- a hablar del complejo pleito con la Real Maestranza de Sevilla, los caseros de Pagés desde hace casi un siglo. En público permanece la cordialidad pero la procesión va por dentro. En el horizonte ya se recorta la revisión del célebre contrato -muchas veces subrogado y algunas denunciado- que ha anudado este matrimonio de conveniencia desde 1933. El conservadurismo de la empresa, el mismo que les lleva a repetir modelos y planteamientos sin dar oportunidad a ninguna innovación también ha sido el secreto de su supervivencia. ¿Qué pasará en un año largo? Pues ya veremos...
Pero la entrevista dio para más, dando algunas claves de la temporada que vendrá que, por ejemplo, prescindirá de la corrida dominical de seis matadores –la que Valencia no quiere llamar de la oportunidad- para sustituirla por una función en terna para la que hay un buen puñado de novios y algún matador que mereció estar puesto en 2023. Pero hay más: el empresario también confirmó que La Quinta, penúltimo reducto de la sangre Buendía-Santacoloma en la primera línea del toreo, volverá a estar en la plaza de la Maestranza en la temporada 2024. ¿También Juan Pedro Domecq después de un año en barbecho y otro, el anterior, con tres corridas fallidas? Está claro que sí... ¿Qué más? También será novedad en el elenco ganadero la presencia de los ‘núñez’ de Alcurrucén tras siete años de ausencia. ¿Los habrá pedido Morante? Dicen que es la sangre que ha escogido para encastar el viejo hierro de Pérez de la Concha, recentísimamente adquirido en una subasta de la Unión de Criadores gracias a la intermediación de Fermín Bohórquez.
Ajuste de fechas, un apoderamiento ilusionado
Sigue la lista: el ciclo continuado podría comenzar el martes de preferia si se mantuviera el mismo número de espectáculos que en 2023, que comenzó en miércoles pero llevó la miurada al lunes de posresaca, que cayó el primero de mayo. El empresario también advirtió que no se contemplan alternativas pero sí anda más que ilusionado –su hijo Ramón, que gana presencia y pesp en la empresa, también está involucrado en el embarque- con el apoderamiento de Javier Zulueta, que afrontará la próxima campaña como novillero con picadores y en necesaria competencia con otro valor local que va a plantar batalla: Mariscal Ruiz. El segundo escalafón está necesitado de estos revulsivos.
Nadie duda, tampoco el empresario a tenor de sus palabras, de la presencia de Borja Jiménez en un lugar más o menos destacado del abono sevillano aunque mucha más perplejidad produjo oír que en la Feria de San Miguel, con tres llenazos, “no se había perdido”. El asunto da demasiado que pensar...
El empresario avanzó algunos detalles de la temporada que vendrá. Foto: Toromedia