Ecoperiodismo

Así nos afecta la producción de carne en ‘macrogranjas’

El debate sobre las “macrogranjas” revela los impactos del modelo agroalimentario de España y su incompatibilidad en la lucha contra el cambio climático, la contaminación y el maltrato animal. Las principales organizaciones ecologistas del país exigen al Gobierno que se tomen medidas para que la ganadería del siglo XXI sea ecológica.

Ricardo Gamaza RicardoGamaza /
27 feb 2022 / 04:52 h - Actualizado: 24 feb 2022 / 11:56 h.
"Mercados","Producción","Fondos","Derechos Humanos","--------------","Ecoperiodismo","Ganadería","Incendios","Maltrato animal","Cambio climático","Diseño","Contaminación","Despoblación","Agua"
  • Foto: Web Ecologistas en acción
    Foto: Web Ecologistas en acción

“La ganadería industrial y sus impactos ambientales y sociales crecen sin cesar en los últimos años, mientras la ganadería extensiva y el mundo rural languidecen por falta de apoyo y una competencia injusta en precios” aseveran las organizaciones ecologistas con más representatividad de toda España. Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF rechazan rotundamente el modelo ganadero industrial. Estas organizaciones reclaman políticas concretas que acompañen la paulatina y necesaria desaparición de la ganadería industrial en España y la reducción de la cabaña ganadera en intensivo. “Es una realidad indiscutible que la cabaña ganadera industrial, especialmente de cerdos y aves, y en menor medida de vacas, está aumentando rápidamente mientras desciende el número de pequeñas explotaciones y el empleo en el sector, lo cual refleja su intensificación e industrialización”, explican en un comunicado conjunto. En efecto, en muchos casos las ganaderas y ganaderos se ven obligados por la agroindustria y los mercados a intensificar sus explotaciones para poder sobrevivir.

El modelo ganadero industrial es responsable de numerosos impactos ambientales y sociales: deforestación; destrucción de la biodiversidad y desplazamiento forzoso de poblaciones en zonas remotas donde se produce la soja para los piensos; contaminación de aguas, suelos y aire en nuestros territorios; contribución al cambio climático; vulneración de derechos humanos como el del acceso al agua potable; la despoblación en las zonas rurales donde se asientan estas macro explotaciones, y los problemas de salud derivados de dietas excesivamente carnívoras y el abuso de antimicrobianos.

Por su parte, la ganadería extensiva contribuye a la protección de pastos sumidero de carbono, combate los incendios forestales y genera paisajes únicos y protegidos, como las dehesas. Es un reservorio de razas locales en peligro de desaparición, crea empleo en territorios rurales fijando su población, provee alimentos sostenibles y de calidad, contribuye a la soberanía alimentaria y reconecta campo y ciudad, a través de los paisajes y la cultura que preserva.

En este contexto, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF consideran que el Gobierno de España debe alinearse con los marcos legislativos internacionales e impulsar cuatro medidas imprescindibles:

1. Declarar inmediatamente una moratoria a cualquier proyecto nuevo o a la ampliación de explotaciones de ganadería industrial, así como los que se encuentran en tramitación.

2. Establecer un diálogo social con la participación del sector ganadero extensivo y de la sociedad civil para el diseño de la estrategia de transformación del sector, de forma que vaya reduciendo de manera paulatina la ganadería industrial hasta su total desaparición e incorpore sus externalidades negativas en la fiscalidad. Dicha transición en favor de la ganadería extensiva se puede y debe apoyar aprovechando los fondos de recuperación poscovid y la futura PAC.

3. Desarrollar un marco normativo, comercial (etiquetado explícito) y fiscal que permita diferenciar y favorecer la ganadería extensiva, en políticas y mercados.

4. Aprobar una estrategia estatal para apoyar la ganadería extensiva, que elimine las barreras que afronta y asegure el futuro del sector mejorando su competitividad en el mercado mediante desgravaciones a los modelos extensivos por su contribución al bienestar de la sociedad en su conjunto.