El concepto de comida rápida, fast food en inglés, es un estilo de alimentación donde el alimento se prepara y sirve para consumir rápidamente en establecimientos especializados.
A este concepto se aproxima cada vez más cierto tipo de cine, la mayoría norteamericano. Ese que se consume de forma inmediata en los grandes complejos comerciales. Es aparentemente atractivo, se diría que es hasta seductor. Su envoltorio no puede ser más sugerente, la mayoría trae consigo una agresiva campaña publicitaria y en ella anuncian un contenido fascinante, divertido, para no perdérselo. Luego nos encontramos lo que nos encontramos. Historias conocidas, mal planteadas o simplemente deleznables, además de lugares comunes, personajes monolíticos, clichés, arquetipos y zurrapa a espuertas.
La zurrapa vende y si es agresiva y violenta, más. Y al parecer seduce al ser mundano y al más cultivado por igual. Pocas veces ocurre pero público y crítica se ponen de acuerdo.
El director David Leitch lo ha tenido fácil con la adaptación de Tren bala, la novela de Kataro Isaka publicada en España por la editorial Destino en el año 2010. La historia de cinco asesinos a sueldo subidos en un tren bala que cubre la ruta de Tokio a Moriota, le ha dado la oportunidad de dar rienda suelta a su pericia como director, con otra sucia y despreciable película de mamporros. Ya venía de lucirse con Deadpool 2 (2018) y Fast & Furious: Hobbs & Shaw (2019). Esta al igual que las anteriores es una sucesión de golpes, coscorrones y puñetazos que no escatima en dosis de violencia. Asquea que uno de los juegos dialecticos de dos de los protagonistas, los desgraciados Mandarina y Limón, radique en comprobar si en su última aventura mataron a dieciséis o diecisiete personas, y encima se vea la desagradable forma en que lo hicieron. Y eso es sólo el aperitivo. Lo que sigue es violencia gratuita, machismo estructural y una reivindicación del humor homoerótico y rancio de colegas de toda la vida. Un frenético montaje quiere convertir el desaguisado en espectáculo. Con estos ingredientes, imposible. La película es ruidosa e insustancial, aburrida y larga.
Bullet Train *
Estados Unidos 2022 126 min.
Dirección David Leitch Intérpretes Brat Pitt, Joey King, Aaron Taylor-Johnson, Brian Tyree Henry, Andrew Koji, Hiroyuki Sanada.
Acción