Los suplentes del Alavés oscurecen el futuro de Víctor (1-4)

LA CRÓNICA. El Betis desperdicia un gol tempranero de Rubén Pardo y la alineación de circunstancias de su rival, que le pasó por encima en el primer cuarto de hora del segundo tiempo. Bronca del Villamarín, otra más, contra su técnico

30 abr 2017 / 18:17 h - Actualizado: 30 abr 2017 / 23:36 h.
"Fútbol","Primera División","Víctor Sánchez del Amo"
  • Dani Ceballos protesta algo junto a Durmisi. Fue una tarde de protestas, en el césped y sobre todo en la grada / Jesús Barrera
    Dani Ceballos protesta algo junto a Durmisi. Fue una tarde de protestas, en el césped y sobre todo en la grada / Jesús Barrera

El Betis no ve la hora de que acabe esta Liga 2016-17. El curso ha sido y es un suplicio para su afición y no ha alcanzado la categoría de catástrofe porque el Sporting y el Granada han facilitado la permanencia más barata desde que las victorias valen tres puntos, pero el primer proyecto de Miguel Torrecilla no va a ninguna parte, vendan lo que vendan sus responsables. Otra prueba: en su penúltima cita de la temporada en el Villamarín fue vapuleado por el Alavés, que jugó con los suplentes porque dentro de cuatro semanas tiene la final de la Copa del Rey. Ni eso aprovecharon los verdiblancos. Ni eso ni un gol de Rubén Pardo a los 12 minutos. Nada más volver del intermedio, el Betis recuperó todo lo peor de sí mismo y fue arrollado por los vitorianos, con la consiguiente mofa y bronca del beticismo, que ya no sabe cómo expresar su hartura para que sea tenida en cuenta. Víctor aseguró el sábado que hay «una base» y que no será necesario fichar a «quince o dieciséis jugadores». La teoría tardó poco más de 24 horas en venirse abajo.

El entrenador del Betis planteó una de las alineaciones más ofensivas de la temporada, con Joaquín, Dani Ceballos y dos delanteros, pero a la hora de la verdad se plantó en el partido como si ya no se jugase nada. Puede que clasificatoriamente fuese así, pero si pretendía aumentar la credibilidad del proyecto con vistas al futuro inmediato... Aun así, a los doce minutos, sin que nada meritorio hubiera ocurrido excepto una primera conexión entre Dani Ceballos y Durmisi que no remató Joaquín, el Betis se adelantó ante el equipo que ocupa el puesto al que en teoría iba a aspirar (¿?). Rubén Pardo firmó el gol con un derechazo que tocó en un defensa antes de sobrepasar a Ortolá.

El tanto anestesió todavía más un choque lento, soso, sin chispa. Es decir, sin Dani Ceballos, inédito en la maraña de balonazos de su equipo y huérfano de Joaquín, impreciso hasta completar una de sus peores tardes de verdiblanco. Sin ese enlace, sin ese colega, el utrerano no pudo acabar con semejante surtido de balones aéreos ni poner un poco de orden en ese espanto en que se convirtió el duelo, adobado con las continuas indecisiones de Mandi. El Alavés aprovechó esa indolencia defensiva para crear dos ocasiones. Rubén Sobrino protagonizó y falló ambas: Adán frustró la primera y el propio delantero estropeó la segunda.

El Betis despertó a partir de esa segunda ocasión. Joaquín prosiguió con su particular empanada, pero Dani Ceballos cogió el mando de las operaciones y su equipo se lo agradeció con dos o tres aproximaciones al área rival. La más clara fue un remate de Rubén Castro al poste. Eso sí, por si alguien pensaba que el Betis había ganado en consistencia defensiva, la primera parte acabó con un peligroso remate de Feddal, que se vio solo ante Adán tras la falta mal defendida número mil de la campaña verdiblanca.

El primer cuarto de hora de la segunda parte desnudó la peor cara del Betis y demostró por qué esa décima plaza era una utopía, una falacia, un engaño. En un lapso de diez minutos, el 1-0 se transformó en 1-3. El primer fallo es atribuible a Tosca, con un despeje horrible, y a Mandi, que se tiró a destiempo ante Krsticic, sin olvidar a Adán, descolocado en el chut del alavesista. Un minuto después casi volvió a marcar Rubén Pardo tras una buena jugada de Dani Ceballos, pero se lo impidió un paradón de Ortolá. Precisamente el mediocentro erró en la génesis del 1-2, una pérdida en un desplazamiento lejano que alimentó una fulminante contra en la que ninguno de los tres centrales llegó para tapar a Vigaray o marcar a Rubén Sobrino. De hecho, fue Ceballos quien intentó obstaculizar la asistencia de gol. El que apareció en el 1-3 fue Durmisi, que a cambio de evitar un córner habilitó a Vigaray, quien a su vez encontró de nuevo a su delantero, Santos en esta ocasión. Con permiso de Mandi, cómo no.

Y ahí se acabó el partido. El Betis sólo tuvo una opción para aspirar a meterse en la confrontación, un remate de Rubén Pardo tras una buena internada de Rafa Navarro, pero un defensa desvió su chut. Víctor recurrió a Nahuel, inédito desde hace una eternidad, porque era el único jugador de ataque que había en el banquillo. No solucionó nada, obviamente. Durante media hora, el Alavés se encerró y el Betis, tocado y hundido, se estrelló contra ese muro y el de su propia impotencia. Sólo en el 90’ produjo otra ocasión, un cabezazo alto de Brasanac tras un nuevo centro de Rafa Navarro. Fue el preámbulo del escarnio final, un buen gol de Katai a la contra que puso el cierre a la tarde. Y quién sabe si a algo más...

FICHA TÉCNICA

REAL BETIS: Adán; Rafa Navarro, Pezzella, Mandi (Nahuel, m. 62), Tosca, Durmisi; Joaquín, Rubén Pardo (Brasanac, m. 82), Dani Ceballos; Álex Alegría y Rubén Castro.

DEPORTIVO ALAVÉS: Ortolá; Vigaray (Theo, m. 60), Ely, Alexis, Feddal, Raúl García; Romero (Edgar, m. 62), Dani Torres, Krsticic, Rubén Sobrino (Katai, m. 81); y Santos.

Goles: 1-0, m. 12: Rubén Pardo. 1-1, m. 48: Krsticic. 1-2, m. 53: Rubén Sobrino. 1-3, m. 58: Santos. 1-4, m. 94: Katai.

Árbitro: Ocón Arráiz (Comité Riojano). Amonestó a Alexis (18’), Romero (20’), Dani Torres (23’), Krsticic (81’), Álex Alegría (88’) y Edgar (93’).

Incidencias: partido de la 35ª jornada, disputado en el estadio Benito Villamarín ante 22.271 espectadores.