Ecoperiodismo

Contaminación de altos vuelos

Según la Comisión Europea, la contaminación por transporte aéreo se multiplicará por ocho hasta 2050. Ecologistas en Acción lanzará la campaña ‘Quédate en Tierra’ para reducir el impacto del transporte en avión

Ricardo Gamaza RicardoGamaza /
08 mar 2020 / 04:22 h - Actualizado: 08 mar 2020 / 04:22 h.
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La aviación es el único medio de transporte cuyas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) siguen creciendo. Según las previsiones oficiales de la Comisión Europea, la contaminación por transporte aéreo se multiplicará por ocho hasta 2050. Ecologistas en Acción lanzará la campaña ‘Quédate en Tierra’ para reducir el impacto del transporte en avión.

La única contaminación que sigue creciendo y aportando más gases de efecto invernadero al planeta es la producida por el transporte aéreo, según se desprende del último informe elaborado por la organización Ecologistas en Acción: ‘Decrecimiento de la aviación: la reducción del transporte aéreo de manera justa’. Los ecologistas han analizado los impactos ambientales y sociales de la aviación como medio transporte y ofrecen en su informe una serie de medidas como alternativa a la utilización del avión.

La respuesta de la patronal de la aviación a este informe no se ha dejado esperar demasiado. Apenas unas semanas después, la Sociedad Aeronáutica Española montaba un ciclo de conferencias bajo el título de “Transporte aéreo, mitos y realidades” en la que aseguraba que la modernización de la flota de aviones, las nuevas tecnologías y las mejoras operacionales “han permitido reducir las emisiones de dióxido de carbono por pasajero en un 50 por ciento en los últimos 30 años”.

Según Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas, que aglutina cerca de 80 aerolíneas que vuelan en España, incluyendo 9 de las 10 de más tráfico, las empresas aeronáuticas están adoptando “compromisos muy exigentes y hace tiempo que venimos invirtiendo en flotas más modernas y en soluciones tecnológicas, compensamos nuestras emisiones y exploramos el potencial de los aviones eléctricos y los biocombustibles para reducir nuestra huella de carbono”.

Primer informe sobre impactos reales de la aviación

Lo cierto es que, aunque existe un creciente movimiento global contrario a la expansión de la aviación, hasta la fecha no se habían sistematizado en un documento tanto los impactos sociales y ambientales de la aviación, como las posibles medidas para reducir el número de vuelos y ahora lo ha plasmado en un informe Ecologistas en Acción.

La solvencia de los datos de los ecologistas van más allá de su propia organización, ya que ha sido elaborado por la red internacional Stay Grounded con el trabajo conjunto de más de 150 personas expertas y activistas. “Constituye una publicación pionera cuyo objetivo es evaluar con rigor el impacto real de la aviación, así como poner encima de la mesa medidas concretas y realistas para reducir el número de vuelos como forma de construir un sistema de movilidad justo y sostenible”, aseguran sus autores.

Lo primero que hace el informe es desmentir el dato de la patronal de la aviación que sostiene que las emisiones del sector representan solo el 2 % de las emisiones mundiales de CO₂. Según el informe de Stay Grounded, los efectos ambientales de la aviación no sólo tienen que ver con el dióxido de carbono, sino que a ese gas de efecto invernadero hay que sumar otros contaminantes que ‘olvida’ la patronal de la aviación: metano, ozono, hollín, estelas y nubosidad inducida, con mayor impacto climático que el CO₂. Completando los números de la contaminación de los aviones, el informe revela que la aviación causa entre el 5 % y el 8 % del calentamiento global.

El sector aspira a crecer un 4,3% anual

Teniendo en cuenta las expectativas de crecimiento del sector, un crecimiento anual del 4,3 por ciento en las próximas décadas, la Comisión Europea ha estimado que en 2050 las emisiones de gases de efecto invernadero de la aviación podrían ser entre cuatro y ocho veces superiores al nivel actual. Mientras que las emisiones mundiales de CO₂ aumentaron un 25 % entre 1990 y 2010, las de la aviación se incrementaron más de un 70 % en el mismo periodo. La solución que ofrece la patronal de la aviación, que no reconoce pese a todo estos datos, es “el Plan para la compensación y reducción de carbono para la aviación comercial (plan Corsia), que podría mitigar 2,5 mil millones de toneladas entre 2021 y 2035”.

Para Ecologistas en Acción “los proyectos de compensación de las emisiones o de inversión en combustibles alternativos (biocombustibles o combustibles sintéticos) llevados a cabo como forma de reducir las emisiones de la aviación, han demostrado ser inoperantes, cuando no contraproducentes”. Los ecologistas y la red Stay Grounded apuestan sólo por la reducción significativa de los vuelos como única forma de mitigar el impacto del sector.

Según Pablo Muñoz, responsable de Aviación en Ecologistas en Acción, “con todos estos datos y ante la inacción de los gobiernos y el desinterés de la industria, debemos estimular un debate riguroso y de calado que impulse la puesta en marcha de políticas claras y ambiciosas de decrecimiento de la aviación. Esta es la razón principal para la creación de la campaña ‘Quédate en Tierra’ que Ecologistas en Acción vamos a desarrollar en los próximos meses”.

Cinco medidas contra la contaminación aérea

La campaña recogerá las principales medidas que se apuntan en el informe y que se dividen en 5 grandes bloques:

1. Reducir el tráfico aéreo, con propuestas como la prohibición de vuelos de gran proximidad (como es el caso del Amsterdam-Bruselas, cuya supresión ya ha sido propuesta), la reducción de vuelos de corta y media distancia realizables en tren en el intervalo de unas horas, o la moratoria a la ampliación o construcción de infraestructuras aeroportuarias.

2. Eliminar el sistema de privilegios de la aviación, que pone en situación de desventaja a otras formas de transporte más sostenibles. Los bajos precios de los vuelos son posibles gracias a las numerosas exenciones fiscales de los que goza la aviación a nivel global, y especialmente en la UE. Por ello, para frenar el trato de favor a las compañías aéreas, el informe propone: la introducción de un impuesto al queroseno similar al de otros combustibles, la aplicación del IVA al sector al igual que en el caso de otros medios de transporte, el establecimiento de un impuesto al carbono, o la creación de una tasa a los billetes en función de la distancia recorrida.

3. Penalizar a los viajeros frecuentes con más recursos. Según el estudio, la aviación es un medio de transporte elitista: menos del 10 por ciento de la población mundial ha cogido alguna vez un avión. Sin embargo, las emisiones generadas son sufridas por el conjunto del planeta y sobre todo por las poblaciones más vulnerables del Sur global. Para hacer frente a esa injusticia, el informe propone dos medidas: la Tasa a los Viajeros Frecuentes o la Tasa a los Kilómetros Recorridos. Mientras que la primera encarece progresivamente el precio de los billetes comprados por una misma persona en un periodo de tiempo determinado, la segunda lo hace en función de la distancia viajada.

4. Fomentar alternativas al avión, principalmente mediante la inversión en infraestructura ferroviaria. El informe lamenta el desmantelamiento de la red de trenes nocturnos en Europa realizado durante los últimos años, coincidiendo con la puesta en marcha de políticas en favor de las aerolíneas de bajo coste y de la alta velocidad. Por ello, se apunta a la necesidad no solo de recuperar dicha red (como están haciendo Austria y Suecia), sino también de mejorar los sistemas de reservas internacionales, reducir el precio de los billetes y aumentar la coordinación en los transbordos entre trenes nocturnos y diurnos.