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78294: el Gordo trae justicia para la Madrid inmigrante

El primer premio se vende entero en el barrio humilde de Estrecho

el 22 dic 2009 / 10:40 h.

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Desgraciada con el Comité Olímpico Internacional, pero afortunada con el Gordo de la Lotería. Madrid ha acaparado el primer premio de la Lotería Nacional, el 78.294, vendido íntegramente en la administración 146, de la calle Bravo Murillo 201.

El despacho, para abundar más en que la suerte esta vez sí ha ido a quien la necesita, está en uno de los distritos más populares de la ciudad, el de Tetuán, con una elevada población inmigrante. Desde 1991 no se vendía de forma íntegra un número en la villa y corte. El Gordo de 2008 acabó, por contra, repartido entre numerosas provincias.

El número, dotado con tres millones de euros por serie, además de uno de los más concentrados geográficamente, ha sido en 2009 el Gordo más alto de la Historia: el anterior récord lo ostentaba el 65.379, Gordo de 1999. Acabado en 4, acerca esta terminación a la más repetida, el 5, que ha salido 32 veces frente a las 26 de 4 y 6. El número menos repetido de la terminación del Gordo a lo largo de la historia del sorteo es el 1 (13 veces).

Dos niñas se encargaron de entonar la cantinela que acaba en "¡Tres milloones de euros!": Alicia Rodríguez y Yahaira Gómez, ambas ecuatorianas. Fue en el primer alambre de la séptima tabla (la misma que el año pasado), a las 11.38. A las 11.41 las mismas niñas cantaban el segundo premio.

Además el Gordno no fue el único premio que se quedó en Madrid: el segundo premio recayó en Getafe y parte del tercero también se repartió entre la propia capital y sus ciudades adyacentes. La capital vivió ayer uno de los días con más razones para considerarse dichosa. Aún así, la mayor parte de los décimos fueron adquiridos para ser repartidos en la empresa Viajes Marsans, que envió un reguero de ellos a las provincias en dirección suroeste.

Pero la historia del Gordo llevaba directamente al barrio de Estrecho, en el distrito madrileño de Tetuán. Decenas de vecinos se acercaron con botellas de champán a la administración número 146 al acabar el sorteo y pese a que la lluvia comenzaba a marcar territorio.

La suerte podría haber sido incluso mayor: anoche el 78.294 seguía colgado de la ventanilla de este lotero a la espera de que lo compraran, lo que a última hora hicieron varios afortunados como Rafael Lara, un dominicano en paro que lleva siete años en España y que pasará de la acera de la cola del Inem a la moqueta de la sala de espera de algún banco ansioso. Aún no sabe qué hacer con los 600.000 euros que le han tocado. Más claro lo debían tener el grupo de compatriotas que se apiñaron a su alrededor y junto a otros tres afortunados de la misma nacionalidad.

Así, Darwin Javier exclamaba "¡Vamos a pagar cosas que debemos. solucionar las cositas", mientras que otro de sus amigos ya estaba pensando en el regreso al hogar: "¡Estoy con un pie en la República Dominicana y otro aquí!" Por su parte, Sabino Calderón, ecuatoriano, no se irá a su patria: enviará al menos parte del dinero del premio al país andino, a su familia. "Con lo que sobre me compraré un piso y un coche", insistía.

El gordo también ha hecho felices a españoles como Visitación Mayordomo, que con 300.000 euros del Gordo se puede enfrentar con otra cara a una "mala racha" de su negocio, una tienda de muebles en el barrio de Tetuán donde las cosas andaban torcidas por la crisis global desde hacer meses.

Su hija, Manuela Romero, lleva un año en paro y está "sin un duro", pero tiene claro que el dinero del Gordo de Navidad "se gasta y no se guarda".

En este ambiente de amigos con más interés que nunca en demostrarlo, de curiosos, de compradores de un décimo para el Niño (el sorteo que se celebrará el 6 de enero) y de periodistas tampoco faltaron los representantes de varios bancos que competían por ser el primero en entregar su tarjeta a los ganadores que se aceraban al número 210 de la calle Bravo Murillo.

 

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