Economía

Abril arranca con subidas en la hipoteca, el gas y el butano

La factura de la luz se congela para la tarifa regulada pero no en el mercado libre.

el 31 mar 2011 / 08:48 h.

La llegada de abril será una nueva prueba de fuego y de resistencia para las carteras de los ciudadanos. El nuevo mes entra hoy acompañado de fuertes encarecimientos de servicios básicos, de manera que los consumidores comenzarán a pagar más por el gas natural, por la bombona de butano, por la electricidad para aquellos que no tengan la tarifa regulada (la TUR, tarifa de último recurso) y, a quienes les toque, por la revisión de la hipoteca.

Será lo que más se note en el bolsillo. El Euríbor, el tipo de interés al que se referencia más del 80% de los préstamos hipotecarios que se contratan en España, cerró marzo en el 1,924%, lo que supone un repunte de 0,71 puntos básicos respecto a hace un año (1,215%), y alcanza así la cota más alta desde febrero de 2009, cuando se situó en el 2,135%.

El índice suma su duodécimo repunte mensual consecutivo y elevará de nuevo la cuota de las hipotecas. Quien tenga un préstamo medio de 150.000 euros, a 25 años y con un diferencial del 0,80%, pagará 689 euros, 53 euros más al mes de lo que abonaba hace un año. O lo que es lo mismo, un encarecimiento de 636 euros al año.

En el caso de que la revisión hipotecaria sea semestral, la subida será de 38 euros al mes y de 226 euros al semestre.

Cabe recordar que la revisión con ese índice será efectiva una vez que el Banco de España confirme el dato, lo que suele ocurrir a mediados de mes.

La posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) eleve los tipos de interés este mes de abril hasta el 1,25% para frenar el alza de la inflación ha impulsado con fuerza la cotización del Euríbor durante marzo. La contundencia de los mensajes del presidente de la institución, Jean-Claude Trichet, ha hecho reaccionar al alza al mercado interbancario, que ya ha descontado este incremento, se produzca o no.

Si a las tensiones por los tipos se añaden otros factores como la inestabilidad del mercado de deuda, la desconfianza que aún persiste en el mercado interbancario o las dudas sobre la reestructuración financiera, el Euríbor podría situarse en el entorno del 2,5% en diciembre.

Los expertos recuerdan que en la actualidad el Euríbor está excepcionalmente bajo y que lo normal es que se sitúe entre el 3,5% y el 4,5%. Sin embargo, a este nivel hay que sumarle el diferencial que las entidades aplican para trasladar a los clientes el coste que les supone financiarse.

No será la única subida en los recibos. El precio de la bombona de butano se encarece desde hoy un 6,1%, con lo que el envase medio de 12,5 kilos se sitúa en 13,87 euros, 68 céntimos más que hasta ahora. Tras esta subida, el butano marca su segundo incremento trimestral consecutivo y acumula un encarecimiento del 8,8% desde enero, cuando Industria aplicó una subida del 3,13%.

El departamento que comanda Miguel Sebastián también anunció que habrá que pagar más por el gas natural. Tras aplicar la fórmula de revisión trimestral, la tarifa se incrementará una media del 4,1%, lo que se traduce en un aumento mensual de 1,44 euros. Las subidas responden a un alza del 10,65% en el coste del gas en los mercados.

La TUR 1 de gas, correspondiente a su uso para agua caliente y cocina, subirá un 3,3%, lo que equivale a 0,57 euros más al mes en un recibo medio, mientras que la TUR 2, que incluye también la calefacción, aumentará un 4,3%, 2,31 euros más.

En la actualidad, hay 7,3 millones de clientes susceptibles de acogerse a la TUR de gas, de los que 3 millones ya lo hacen -1,8 millones están en la TUR 1 y 1,2 millones en la TUR 2-, mientras que 4,3 millones tienen un contrato en el mercado libre.

Y la factura de la luz también subirá -en torno al 3,2%- aunque en este caso sólo para aquellos clientes que tienen la electricidad contratada en el mercado libre.

Los 20 millones de hogares acogidos a la Tarifa de Último Recurso (TUR) de luz mantendrán congelado el recibo, ya que el Ministerio de Industria ha aprovechado el descenso en uno de los dos componentes de la fórmula de revisión, el del término de energía, para elevar el otro de los costes regulados, y reducir de esta forma el déficit de tarifa.

Freno al crédito ‘irresponsable'

La CE propuso ayer una norma cuyo objetivo es frenar la concesión de préstamos hipotecarios "irresponsables" como los que han provocado la burbuja inmobiliaria en países como España o Irlanda.

Precisamente España se encuentra, junto con Dinamarca, Estonia, Bulgaria y Letonia, entre los países de la UE donde más ha aumentado la tasa de morosidad por la crisis, ya que ha pasado del 0,72% en 2007 al 2,88% en 2009. Las ejecuciones hipotecarias se han incrementado en ese periodo un 260% (de 25.943 a 93.319).

"En Europa el nivel de excesos no ha sido tan dramático como en EEUU, pero también hemos visto casos graves de créditos irresponsables, que han sido en parte la causa de burbujas inmobiliarias y después de los inevitables estallidos", dijo la portavoz de Mercado Interior, Chantal Hughes.

Para impedir que se repitan estos excesos, el Ejecutivo comunitario quiere que en el futuro las hipotecas se concedan "basándose en la capacidad del beneficiario de devolverlas y no en la posible subida futura de los precios de la vivienda". De hecho, la norma obliga al banco a evaluar la capacidad del consumidor para reembolsar el crédito, atendiendo a las circunstancias personales de éste y basándose en información suficiente. Asimismo, introduce la obligación de que el prestamista deniegue la concesión cuando los resultados de la evaluación de la solvencia sean negativos.

El objetivo es acabar con prácticas como las del mercado británico, donde el 45% de las hipotecas en 2006/2007 se concedían sin siquiera verificar los ingresos de los clientes. Además, las entidades deberán dar toda la información de la hipoteca y advertir de los riesgos si se incumple el contrato. La directiva reconoce también en toda la UE por primera vez el derecho de los usuarios a reembolsar su hipoteca antes de la fecha de vencimiento en condiciones "no excesivamente onerosas". No obstante, deja en manos de los Estados fijar el nivel de penalización. La nueva norma pretende crear un mercado único hipotecario que sea más eficaz y competitivo.

 

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