La Audiencia de Sevilla ha absuelto a un policía nacional, para quien la acusación pidió tres años y medio de cárcel, pues existen "serias dudas" sobre cómo sufrió la fractura de los huesos de la nariz un joven "altanero" que se resistió a identificarse.
Aunque el denunciante aseguró haber sufrido una "brutal agresión", la sentencia no descarta que las lesiones pudieran producirse cuando intentó huir y el policía se lanzó sobre él para detenerlo, momento en el que cayó de cara al suelo, "soportando el peso del policía, que impactó sobre su cuerpo en la caída".
El veredicto de la Sección Séptima de la Audiencia, al que ha tenido acceso Efe, explica que los hechos ocurrieron sobre la 1 de la madrugada del 16 de marzo de 2009 en la calle Identidades del Polígono Navisa de Sevilla, cuando un coche policial rebasó a tres jóvenes y se percató de que hacían "aspavientos como si estuvieran advirtiendo de su presencia a personas que estaban en una calle perpendicular".
Los policías comprobaron que en dicha calle no había nadie, por lo que se dirigieron a los tres jóvenes y les pidieron que se identificaran.
El denunciante S.G.G. se dirigió entonces a la mujer policía y le dijo: "Buenas noches, primero educación", al tiempo que "en plan altanero se negó a entregar su DNI, abriendo y cerrando su cartera con gestos rápidos" y girando la muñeca de la mano que la portaba.
La sentencia señala que a continuación "tuvo lugar un incidente no aclarado entre los dos policías y S.G.G. en el que los tres resultaron lesionados", pero rechaza que el agente procesado L.M.M.R. agrediese voluntariamente al joven, como sostuvo el fiscal al pedir para él 240 euros de multa, pena que la acusación particular elevó a tres años y medio de prisión.
El joven resultó con contusión y hematomas en el ojo y fractura de los huesos de la nariz por los que requirió tratamiento quirúrgico y tardó 30 días en curar.
Por su parte, la mujer policía sufrió contusiones en la tibia y su compañero lesiones en la muñeca izquierda y contusiones en una pierna, ha informado a Efe el abogado Javier Carnerero, letrado del Sindicato Unificado de Policía (SUP) que llevó la defensa del imputado.
La sentencia cree que existen "serias dudas sobre la forma en que se desarrollaron los hechos" ya que el denunciante y sus dos amigos "han mantenido en todo momento que no agredieron a los agentes", pero éstos tenían lesiones certificadas por partes médicos.
Los dos acompañantes del denunciante aseguraron que el policía pegó a su amigo con la defensa y, al caer al suelo, le propinó al menos dos patadas en el trasero y el costado, pero la sentencia recoge que ni el primer parte de asistencia médica ni los emitidos el 16 de marzo y el 8 de abril de 2009 recogen ninguna lesión que no esté ubicada en la cara.
"No se comprende que los informes y partes de sanidad inmediatos a los hechos no recojan esas lesiones en costados, a pesar de que según los testigos las patadas propinadas fueron muy fuertes ya que hacían rodar el cuerpo del caído", dice la sentencia.
Los jueces creen que hay "serias dudas sobre la forma en que se desarrollaron los hechos" y lo único cierto es que el denunciante "tuvo una conducta altanera" cuando daba manotazos al aire, jugueteaba con su cartera y se mofaba de los agentes "además de dar lecciones de urbanidad".
