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Al Alamillo como sea

Se acaba esta semana el divertidísimo plan nocturno del parque, uno de los pocos centros de la vida social que no han abandonado a los sevillanos este verano.

el 16 sep 2009 / 07:38 h.

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El sólo empeño del Parque del Alamillo por no dejar abandonados a los sevillanos a su suerte (y a su calor) durante el verano, frente el persianazo que han dado casi todos los centros de la vida social hispalense y allá que se las apañe el respetable, ya merecería que la población procesionase hasta allí en masa y con cirios durante esta última semana de su entretenidísima y diversa programación de actividades nocturnas. Pero es que no hace falta acudir por gratitud: cine, cuentos, teatro, flamenco, poesía, música... se las pintan solas para atraer al gente. Lo decía ayer el subdirector del recinto, Pedro Jiménez: más de un día y más de dos, estos espectáculos y divertimentos gratuitos han registrado un lleno hasta la bandera. "Es lo bueno que tiene ser alternativa de ocio en tiempos de crisis."

El domingo que viene, una gran fiesta de clausura dirá adiós hasta 2010 a estos Veranillos del Alamillo que no han faltado ni una sola noche de julio y agosto. Hoy martes, una preciosa sesión de cuentacuentos titulada El tiempo y yo, dentro de la serie Cuentos en casa de los Machado. Mañana, las veladillas poéticas de los miércoles. El jueves, una obra de teatro portentosa representada al aire libre por la compañía Epopeya: La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca . La llegada del fin de semana se va a celebrar el viernes con una velada flamenca, que será a las 22.00 como todo lo anterior, mientras que el sábado, a las diez y media de la noche, los niños en particular van a tener una nueva sesión de cine de verano con la película Madagascar 2.

El responsable del parque, al menos mientras su director apura sus vacaciones, comentaba ayer que las sesiones de flamenco han sido las que más gente han juntado en el Cortijo del Alamillo. Eso y los cuentacuentos, con una media de asistencia diaria de entre 400 y 450 personas, es decir, el aforo al completo. "En realidad, todo lo que se ha hecho ha tenido muy buena acogida", decía Pedro Jiménez, recordando que el eje temático de todas estas actividades lúdicas y culturales ha sido la familia de Antonio Machado (evidentemente, dejando a un lado Madagascar 2 y otras películas). De hecho, el lema de estos Veranillos es Recuerdos de un patio de Sevilla, que es lo que ha pretendido ser este rincón del Parque del Alamillo como conmemoración del poeta, de cuya muerte se cumplen 70 años y que fue el culmen de tres generaciones familiares de intelectuales, científicos y creadores.

"¿Qué más se puede hacer en el parque, aparte de participar en esas actividades?" El subdirector responde a su propia pregunta con una retahíla de sugerencias, que aquí quedan resumidas en tres, básicamente: darse un paseíto en el tren neumático, visitar rincones muy bonitos y animados como la Plaza de las Regiones y la zona de los cumpleaños, y, como remate, "sentarse a tomar algo en alguno de los dos quioscos del parque". Además, ya no es un engorro para los automovilistas el presentarse allí porque han terminado de arreglar el aparcamiento de la Ronda Supernorte (el que está junto al parque, en la rotonda de RTVE): 350 plazas gratuitas.

Sepan los melancólicos que, aunque el serial veraniego concluya este domingo, no todo se acaba en el Alamillo: seguirán los talleres infantiles todos los domingos; el domingo 20 de septiembre, otra gran fiesta por el Día de la Naturaleza, dedicado este año a la astronomía; y el 12 de octubre, lo más esperado: la reinauguración de los viveros de la Expo 92, coincidiendo con el decimosexto cumpleaños del parque. Se entrará por la trasera del Cortijo, que se convertirá en un centro de interpretación, con su documental y todo, para quien quiera saber de verdad qué es un pedazo de parque.

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