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Al PSOE se le agota el voto del miedo

Los resultados obtenidos por el PSOE en los últimos comicios al Parlamento Europeo del 7 de junio, en los que los socialistas perdieron tres escaños, han disparado las alarmas en el partido. Pesos pesados de la talla de Felipe González y Alfonso Guerra critican abiertamente la estrategia del partido.

el 16 sep 2009 / 04:12 h.

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Los resultados obtenidos por el PSOE en los últimos comicios al Parlamento Europeo del 7 de junio, en los que los socialistas perdieron tres escaños, han disparado las alarmas en el partido. Pesos pesados de la talla de Felipe González y Alfonso Guerra critican abiertamente la estrategia del partido.

El mensaje que desde 2004 lanza Ferraz -sede nacional de los socialistas- en cada cita electoral a sus (hipotéticos) votantes de que el Partido Popular es una formación que representa a la derecha más rancia y radical, ya no moviliza como antaño a su electorado, tal y como quedó demostrado el pasado 7 de junio.

En las elecciones autonómicas del pasado 1 de marzo el varapalo en Galicia fue tremendo al obtener el PP, con Alberto Núñez Feijoó, la mayoría absoluta -39 escaños-, perdiendo los socialistas la presidencia de la Xunta y permitiendo el regreso al poder de los populares tras cuatro años en la oposición. En el País Vasco los resultaron fueron mejores y, de hecho, por primera vez en la democracia hay un socialista al frente del Gobierno vasco, Patxi López, pero, eso sí, con el apoyo del Partido Popular.

Pero si en aquellos comicios autonómicos la estrategia electoral no les terminó de funcionar, especialmente en Galicia, peor ha resultado en las europeas, donde el PP ha sabido movilizar mejor a su electorado, sobre todo en Madrid y Valencia. Ni tan siquiera los presuntos casos de espionaje dentro del propio PP y el Gürtel les ha pasado factura, más bien todo lo contrario, puesto que en las dos comunidades los populares han ganado ampliamente.

Sin embargo, el PSOE ha tropezado al obtener 21 parlamentarios cuando en 2004 logró 25. Este varapalo está haciendo recapacitar a más de un dirigentes socialista ya que en el interior del partido se ha abierto la veda para criticar el camino que se está siguiendo en los últimos tiempos.

Parece evidente que anuncios de televisión con personajes que se identifican con la derecha y que lanzan mensajes como: "Los inmigrantes nos roban", "la homosexualidad es una enfermedad", "creo en el despido libre" o "creo en la pena de muerte" ya no asustan a los electores, no se hacen creíbles.

En una campaña en la que tanto PSOE como PP se han olvidado de hablar de Europa y de la importancia que tienen las instituciones europeas para el futuro del país ha provocado la elevada abstención -que rondó el 64%-, favoreció a los populares, cuyos electores sí acudieron a votar.

Los malos resultados para los socialistas, admitidos sin tapujos, ha abierto una brecha en el grupo que la campaña tapó. Así líderes históricos como el que ex presidente del Gobierno Felipe González y su vicepresidente y actual diputado, Alfonso Guerra censuran ahora la estrategia elegida por sus compañeros. González, en una entrevista concedida a Iñaki Gabilondo en Cuatro, señala que el PSOE cometió "un error de enfoque" en la campaña europea que desembocó en un aumento de la abstención. "Ese error no lo pagó todo el mundo de la misma manera porque ese error, más o menos promovido para crear al abstención por parte de la derecha, a ellos no les ha pasado factura" comentó.

A ese tirón de orejas se unió ayer también Guerra, quien consideró que "fue un error" de su partido introducir un tema "muy polémico" como la reforma de la ley del aborto en la precampaña de las elecciones al Parlamento Europeo. "Son ganas de pagar una factura de una ley que aún no ha sido siquiera debatida", explica. En una entrevista a la revista Tiempo, Guerra argumenta que la pérdida del PSOE puede explicarse "por el desafecto que provoca la crisis económica, el incremento del paro y algunos errores estratégicos".

Ante estas críticas tuvo que salir ayer rauda la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien dijo que tiene la "convicción" de que el PSOE "siempre elige" para dirigir sus campaña electorales "a las mejores personas".

Sin embargo, desde el interior del propio Gobierno, el que fuera anterior responsable de las campañas electorales del PSOE, el ministro de Fomento y número dos del partido, José Blanco, con la típica sorna gallega, en una conversación informal llegó a comentar que volverá a tomar las riendas de la campaña socialista de 2012, tras los resultados del 7-J.

El PSOE desde 2004, cuando ganó las elecciones generales que sentaron en el sillón presidencial a José Luis Rodríguez Zapatero, ha basado sus campaña electorales lanzando dardos envenenados contra su rival, utilizando la guerra de Irak como arma arrojadiza sin el menor rubor. "No a la guerra", "somos mayores no somos tontos, no queremos que nos engañen" , fueron unos lemas que en 2004 engancharon a un votante cansado de la especial personalidad del ex presidente José María Aznar. Pero esa fecha ha marcado un antes y un después y anuncios como los de las municipales de 2007 "yo voté no a la guerra y votaré sí a la convivencia" ya no calan tan hondo en electorado que vota socialista.

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