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Un informe alerta de riesgo de derrumbes en las Atarazanas

La Fundación Atarazanas avisa de que el astillero peligra tras cinco años sin rehabilitaciones. La Junta dice no tener constancia y La Caixa, que mantiene su apuesta por dar uso al espacio.

el 28 ene 2014 / 18:14 h.

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Imagen de Archivo de las Reales Atarazanas, que permanecen cerradas a la espera de que se aclare su futuro. / Paco Cazalla Imagen de Archivo de las Reales Atarazanas, que permanecen cerradas a la espera de que se aclare su futuro. / Paco Cazalla   El año 2008 fue el último en el que la Junta de Andalucía intervino en las Reales Atarazanas. Desde entonces, el monumento ha permanecido cerrado, a la espera de un proyecto millonario, llamado Caixafórum, que ya nunca llegará. La polémica surgida hace un año por el traslado de esta iniciativa a la torre Pelli ha desviado el debate sobre la conservación del monumento. Ayer, la Fundación Atarazanas dio un aldabonazo sobre esta cuestión, anunciando un informe realizado por aparejadores, arquitectos y técnicos, que presentará mañana, que alerta de riesgo de derrumbes en el inmueble, concretamente en «la nave de cabecera y algunas crujías», según explicó ayer a este periódico el presidente de la entidad, RafaelCrespo. «Antes de que la Junta cediera a La Caixa el uso de las Atarazanas se destinaba anualmente un dinero para su mantenimiento, pero desde 2009 no ha habido ninguna inversión y, si un edificio de más de 800 años se deja cerrado, el peligro está claro», añadió. Hay que recordar que desde que Cultura adquirió el antiguo astillero medieval en el año 1993, hasta que cedió su uso a La Caixa en 2009, la inversión realizada por la administración autonómica en la conservación de este espacio ascendió a unos siete millones de euros. atarazanas-pequeEsta fundación mantenía un acuerdo con la entidad financiera para realizar visitas guiadas por el monumento, que fue suspendido hace dos años. «La Caixa se negó a continuar con este programa y, en nuestras últimas rutas, ya no podíamos pasar por algunas zonas concretas por temor a desprendimientos», dijo Crespo. Esta situación no es nueva. Incluso cuando la Junta de Andalucía ejecutaba tareas de restauración en el edificio, existía el riesgo de derrumbes. En 2006, por ejemplo, se tuvo que actuar en los muros de la fachada de la calle Dos de Mayo debido a humedades y salinidad, y se restauró la zona de la antigua Biblioteca Militar, cuyos forjados metálicos estaban oxidados y presentaban fisuras. Además, se intervino en la nave siete, que nunca había estado hasta entonces abierta al público, por desprendimientos en la cubierta. La fundación criticó ayer en un comunicado «la pertinaz actitud de mantener cerradas las Atarazanas» de La Caixa, algo de lo que responsabilizó a la Junta, por su«falta de determinación a obligar a este banco a cumplir sus compromisos contraídos». Asimismo, denunció la «dejación de responsabilidad en la rehabilitación y mantenimiento del monumento» por parte de la antigua caja, «que tiene las llaves del inmueble desde hace cinco años, tiempo en el que no ha intervenido absolutamente en nada». Por todo ello, alertó de que toda esta desidia se ha traducido en «un altísimo riesgo de colapso y derrumbe en algunas de las cúpulas y crujías que soportan el conjunto monumental». La Consejería de Cultura manifestó ayer a este periódico que no tenía constancia ni de este informe ni de que exista riesgo de derrumbe en el monumento, ya que nadie de La Caixa ha informado al respecto.El departamento que dirige Luciano Alonso recuerda que el espacio es responsabilidad de la entidad financiera que, según su versión, tiene sobre su mesa un proyecto para dotar de uso cultural al espacio. La Caixa, por su parte, manifestó a El Correo que está pagando dos vigilantes para que velen por la seguridad de las Atarazanas las 24 horas del día, y ante las acusaciones de la fundación, y ante la atribución de responsabilidades hecha por parte de Cultura, se limitó a responder que mantiene su apuesta por este monumento y que, de hecho, ha ofrecido diez millones de euros para devolverle el uso. Luciano Alonso apuntó la pasada semana que está «esperando una respuesta» al proyecto cultural para las Atarazanas que su consejería «ha puesto encima de la mesa» tanto a La Caixa como a la Fundación Cajasol, ya que, a su juicio, «lleva demasiado tiempo esperando». En este sentido, el consejero recordó que el banco anunció que aportaría diez millones de euros para el futuro proyecto cultural que se ponga en marcha en este espacio. Tras estas declaraciones, el alcalde dijo el lunes que el Consistorio «asume la responsabilidad de encontrar una salida» al futuro de las Reales Atarazanas, «si la Junta de Andalucía no puede resolverlo», algo que achaca a la «falta de determinación». JuanIgnacioZoido apostó por buscar nuevos socios para, junto con La Caixa, darle un uso definitivo al monumento, y lamentó la actitud de la Junta, «incapaz» de resolver el asunto.

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