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Allí donde siempre es Belén

Abogada de profesión y belenista de vocación, Rosa María Fernández consume su tiempo libre en un local con más de tres décadas de historia. Regenta Belenes San Juan Bosco, una de las referencias a escala nacional de este cotizado mercado.

el 14 sep 2009 / 21:55 h.

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Abogada de profesión y belenista de vocación, Rosa María Fernández consume su tiempo libre en un local con más de tres décadas de historia. Regenta Belenes San Juan Bosco, una de las referencias a escala nacional de este cotizado mercado.

En el corazón de Santa Justa nació, en los albores de la democracia, Belenes San Juan Bosco, la única tienda de Sevilla dedicada al mundo del belenismo de forma permanente. Tres décadas después de su fundación, y tras la jubilación de sus impulsores, continúa en pie gracias a Rosa María Fernández, abogada de profesión, profesora de la Universidad Pablo de Olavide y amante de este curioso mercado.

Sus pasillos silencian multitud de anécdotas; las que han forjado unos clientes que, con el transcurso de los años, se han integrado en el entorno de un negocio de carácter familiar. Conserva su sello gracias a la dedicación de sus fundadores, los padres de Fernández, que continúan asesorando a los neófitos con sumo cariño desde el mostrador.

Belenes San Juan Bosco ha sabido diseñar continuas innovaciones para sobrevivir a las fluctuaciones de un mercado de carácter cíclico. Cuando el tórrido sol estival castiga a los sevillanos, Fernández prepara los últimos pedidos: "Hay que tenerlo todo preparado con tiempo", asegura. Y es que es un tópico circunscribir el belenismo a las fechas inmediatas a la Navidad, aunque no es menos cierto que los artistas que elaboran las figuras y demás atrezzo -en marmolina, resina italiana o barro- intensifican su período de actividad en la campaña otoñal.

TRADICIÓN. El mundo del Belén en general, y este rincón de Santa Justa en particular han debido adaptarse a las nuevas tecnologías para no anclarse en un pasado ya desfasado. "Es extraño ver un portal que no tenga iluminación artificial o fuentes de agua corriente", cuenta Fernández. Y es que la ancestral tradición del nacimiento -sus representaciones más antiguas datan del siglo VIII- se ha reinventado a sí mismas.

En el sótano del negocio reposan reliquias de plástico, figuritas de pastores, cazadores -de influencia italiana- o lavanderas a pie de río. Y lo mismo cabe decir de sus estanterías, repletas de personajes mantenidos casi con devoción: "La que aquí profesamos al mundo del belenismo", subraya Fernández desde el corazón más belenista de Santa Justa.

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